SEMANA: ¿Cómo se escribió el libro?

Emilio Archila: Son las vivencias que tuvimos los dos, tiene temas de política que redactamos juntos, tiene muy pocos aspectos de vivencias individuales, y, pues, la gran mayoría la escribimos en conjunto.

SEMANA: Con todo lo qué pasa en este país, ¿a qué hora lo escribieron?

E.A.: El presidente Iván Duque cree que vale la pena que lo que hemos hecho quede en la memoria histórica. Él ha entendido que tenemos esta oportunidad única en la historia de Colombia de trabajar durante 15 años seguidos, tres administraciones presidenciales, para resolver temas que deberían haberse resuelto hace décadas con o sin acuerdos. En esa medida, tener una bitácora de lo que hicimos, las razones por las cuales se tomaron las decisiones, los avances y los logros, pero sobre todo la planeación a largo plazo, que creemos que va a ser útil para el país y para la siguiente generación.

SEMANA: Son nueve capítulos los que tiene el libro…

E.A.: Sí, tiene una estructura bastante sencilla para leer. En la primera parte, es el momento histórico en el que se implementaron los acuerdos dentro de una historia muy larga de haber intentado y fallado varias veces. Después se plantaron los pilares básicos de lo que se denomina la política de Paz con Legalidad, esto es nuestra visión de lo que se debería lograr en estos primeros tres años. Después tenemos, para los temas cruciales como víctimas, restitución, el enfoque de género, planes de desarrollo territorial, entre otros temas, un desglose de en qué consistió la manifestación política de cumplimiento, cuál es la planeación de largo plazo y por qué los resultados de 2021 hacen este proceso irreversible.

SEMANA: ¿Este corte de cuentas les explica a los lectores lo que el Gobierno ha hecho en estos años con la implementación del acuerdo?

E.A.: Definitivamente. El presidente tiene mucha experiencia, es muy ameno, yo soy más aburrido que él, pero hicimos un gran esfuerzo para que las cifras, logros y resultados vengan acompañados de las vivencias del presidente.

SEMANA: La oposición y los críticos hablan de que la implementación ha sido un proceso lento. Lo cierto es que desde que se firmó se dejó claro que el proceso demoraría mínimo diez años…

E.A.: Un tema tan importante para el país es natural que esté en el centro de los debates. Lo que no han logrado articular nuestros críticos es qué en específico podría haberse hecho de una manera más sólida, y, por el contrario, personas que conocen de procesos, como el secretario de las Naciones Unidas, dijeron que lo que se ha logrado en estos tres años y medio es absolutamente impresionante, que se ha logrado una inspiración para los procesos del mundo.

SEMANA: Se habló de amigos y enemigos de la paz, y en esta época electoral algunos precandidatos están volviendo a esta tendencia. ¿En el libro quedan claras estas dudas para aquellos que retoman este discurso?

E.A.: En Colombia no hay enemigos ni amigos de la paz, aquí todos queremos la paz, pero los únicos enemigos de la paz son los grupos armados al margen de la ley. El resto de colombianos de bien, que somos la mayoría, queremos la paz. Habiendo quedado en los acuerdos y en la Constitución colombiana los cimientos y las planeaciones a largo plazo, sería absolutamente imperdonable con la historia y las futuras generaciones que no aprovechemos esta oportunidad, porque quien llegue a la Presidencia debe construir sobre lo ya construido.

SEMANA: En siete meses habrá un cambio de gobierno. ¿Este libro es una hoja de ruta para que el próximo continúe con estas políticas?

E.A.: Así es. En el pasado las administraciones legítimamente, en la medida de que Colombia es una democracia, llegaban con un mandato de sus electores, y de acuerdo con eso iniciaron de cero. Respecto a eso, la Corte Constitucional dijo que la implementación de los acuerdos debe darse durante 15 años constructivamente, creando cada uno de los pasos, y en esta oportunidad tenemos un chance como colombianos y creadores de la siguiente generación para que se construya sobre lo construido.

SEMANA: El tercer capítulo se llama ‘Estoy jugando con la reincorporación’, y ese es otro tema que ha generado mucha polémica, pues los críticos dicen que el Ejecutivo no está jugado con este asunto…

E.A.: Lo primero que hay que tener en cuenta es que, cuando nosotros llegamos al Gobierno, todos los apoyos que había para los excombatientes se iban a terminar. Lo que nosotros incluimos dentro del Plan Nacional de Desarrollo fue que los íbamos a acompañar en todo su proceso, y creamos la hoja con siete garantías para asegurarnos de que cada quien vaya obteniendo ingresos, educación, salud, pensiones y el mínimo para que se reincorporen exitosamente. Hoy tenemos resultados sobresalientes: más de la mitad ya tiene un ingreso productivo o un empleo fijo, el 98 por ciento ya está bancarizado, casi la totalidad está en el sistema de salud, y el año pasado más de la mitad tuvo acceso a la educación.