SEMANA: ¿Cómo les fue en la rueda de negocios en Caracas, Venezuela?
JAIME CABAL: Fenalco firmó un acuerdo de cooperación con dos importantes gremios de Caracas. El primero con Fedecámaras, donde están agrupados todos los gremios productivos, y la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios. El propósito de esos acuerdos es reactivar las relaciones comerciales desde el sector privado. Para esto se requiere que los Gobiernos terminen de acordar las reglas de juego, pero ya hay mucho interés en hacer negocios.
Seleccionamos 80 empresarios venezolanos y 40 colombianos de cinco sectores importantes para comenzar esta relación, con productos colombianos hacia Venezuela o inversiones en alimentos y agroindustria. Los supermercados están ávidos de comprar producto colombiano. Además, temas de confecciones y textiles. Por otro lado, están los insumos de la construcción, también el sector inmobiliario y el de plásticos.
Los venezolanos están interesados en reactivar el mercado de acero y de aluminio, donde ellos son competitivos y tienen sus plantas. Ya se hicieron ruedas de negocios, hay aproximaciones y negocios muy concretos.
SEMANA: Son negocios que están a punto de cerrarse.
J.C.: Exactamente, que ya tienen su curso, su trámite, pero de alguna manera podemos decir que ya hay negocios que se concretaron en este encuentro. Haremos la evaluación del monto de los productos, pero es una base importante.
Sin embargo, hay unos planteamientos para los Gobiernos de los dos países: que terminen de definir las reglas de juego en el marco de la liberación de aranceles. Terminar de definir los aspectos logísticos y aduaneros. La reapertura urgente de las rutas aéreas directas. La elaboración de un formato de medios de pago que permita generar confianza a los colombianos y venezolanos, tanto en el ámbito de pagos como en el de los despachos.
En el marco de la meta de los 1.200 millones de dólares de la balanza que se quiere para el próximo año, creemos que estos negocios que estamos empezando a hacer podrían aportar aproximadamente el 40 por ciento de esa meta.
SEMANA: Hay un tema, entre tantos, que preocupa y es el de los vuelos directos. ¿Ese asunto podría retrasar la reactivación?
J.C.: Es algo fundamental, y obviamente, si no se definen rápido, podría ralentizar todo este proceso, que ha arrancado con un gran entusiasmo de los empresarios venezolanos y colombianos.
SEMANA: ¿Para el próximo año podría aumentar el número de empresarios que visiten Venezuela?
J.C.: Claro. Las relaciones con Venezuela se restablecieron el 26 de septiembre, el 13 de octubre firmamos el acuerdo con Fedecámaras, el 26 de octubre lo firmamos con Ansat y un mes después estamos haciendo esta rueda de negocios. Muchos empresarios interesados no alcanzaron a concretar su viaje, con lo cual tendremos un segundo grupo en el mes de febrero del año entrante.
SEMANA: Seguramente habrá empresarios preocupados por los aranceles y el tema de los pagos. ¿Qué les puede decir a ellos?
J.C.: Hemos percibido un compromiso del Gobierno venezolano en tratar de agilizar estos procesos. De hecho, hemos estado con viceministros hablando de los temas. Después de siete años de haber suspendido las relaciones, reconstruir no es tan rápido, pero sí percibimos un compromiso y, por eso, hacemos un llamado a los dos Gobiernos para que agilicen y terminen de definir las reglas de juego comerciales.
SEMANA: ¿Todos estos procesos podrían ser un salvavidas en medio de la situación económica en Colombia?
J.C.: Sí, en un momento en el que tenemos una desaceleración de la economía desde septiembre y un marco inflacionario muy fuerte, avanzar en la recuperación de un mercado como el de Venezuela es un alivio. Hay oportunidades de exportar, de invertir y de establecerse aquí a partir de la recuperación lenta pero progresiva de la economía venezolana.
SEMANA: Aunque no han cerrado negocios y solo hay acuerdos, ¿cuánta plata se llevan de esta ronda de negocios en el papel?
J.C.: Esto no es de la noche a la mañana, pero se están cerrando negocios entre los 400 y 500 millones de dólares con Venezuela.
SEMANA: El tema de las fronteras, donde hay tanta ilegalidad, también es muy importante. ¿Cómo afecta en los negocios para los empresarios?
J.C.: Parte de lo que hemos hablado con las autoridades de Venezuela es que, mientras no se controle esa ilegalidad de las famosas trochas, incluso donde pasan tractomulas, será complicado promover la economía legal. Mientras eso no esté controlado, será muy difícil. Es una responsabilidad de los dos Gobiernos.