SEMANA: ¿Cuál es la realidad que están viviendo los médicos en Venezuela?
Jaime Lorenzo: La situación del personal sanitario en Venezuela cada día es peor. Hay una emergencia monetaria compleja, independientemente de la propaganda que se esté haciendo sobre grandes conciertos y todo ese cuento. La realidad es que el personal sanitario venezolano, desde 2011, ha migrado forzadamente. Los médicos de alto nivel se fueron porque las condiciones de trabajo se deterioraron a un punto casi insostenible.
Un médico especialista con más de 30 años de experiencia tiene un salario de 78 dólares mensuales, esa es una cifra irrisoria que no alcanza al sueldo mínimo para poder subsistir. Si te vas al personal recién graduado, médicos, enfermeras o personal sanitario, tiene un sueldo irrisorio. Una arepa rellena en Venezuela está en el orden de los 3 o 4 dólares y si a eso le agregas un refresco, que está en promedio de un dólar, esa persona solamente en el desayuno gastó casi 6 dólares. Todos los días hay que comer, hagan cuentas.
Antes de la pandemia ya veníamos con deficiencias en la dotación continua y materiales médicos para atender pacientes. Los medicamentos y equipos para hacer diagnóstico son escasos a nivel nacional. En Venezuela se supone que la salud debe ser financiada por el Estado, no hay sistema mixto de financiamiento y el gran punto es que cualquiera que vaya a un hospital para hacerse un diagnóstico tiene que hacerse todos los estudios en el sector privado porque no están funcionando los servicios actualmente.
A diferencia de 2017, cuando veíamos los estantes de las farmacias y automercados vacíos, ahora están llenos, pero la población no puede comprar nada. Un pensionado promedio en Venezuela recibe 10 dólares, eso no alcanza para nada.
SEMANA: ¿Cómo hacen?
J.L.: Por ejemplo, los pacientes oncológicos sufren porque de las unidades de radioterapia (21) solo funcionan dos y los medicamentos para la quimioterapia no los están dando. Los pacientes tienen que ir a tu país (Colombia) en la inmensa mayoría para tratar de conseguir medicamentos oncológicos y darles tratamiento a sus familiares.
SEMANA: Entonces, el sistema de salud en Venezuela es un caos total…
J.L.: En efecto, porque estamos en una privatización indirecta de la salud y no hay un sistema mixto ni público financiado. El paciente tiene que pagar y comprar todo para ser atendido. El joven que recién termina su carrera solo piensa en irse del país.
SEMANA: El recurso médico está migrando. ¿Están llegando médicos cubanos?
J.L.: Los médicos cubanos ya tienen tiempo de no venir, eso se anunciaba en las cadenas nacionales, pero en la medida que Venezuela se convierte en un país que reduce su producción petrolera, pues el Gobierno cubano pierde el interés. Es muy difícil suplir el personal médico.
SEMANA: ¿La cosa es tan grave que ni Cuba está enviando médicos a Venezuela?
J.L.: En efecto, porque el intercambio económico está en minusvalía.
SEMANA: ¿Existe la posibilidad de que Venezuela se quede sin médicos?
J.L.: Lo que te puedo plantear es que habrá nuevas generaciones, pero se querrán ir en la medida que otros países los vayan aceptando. Pero también es cierto que un médico que pasa los 60 años no se iría porque no es fácil comenzar de cero. No obstante, reemplazar las generaciones será complicado. Otro problema es la deficiencia en la formación de nuestras universidades por la falta de docentes, de hospitales funcionando y por los malos salarios de los maestros.
SEMANA: ¿Cuál sería la solución para el sector de la salud?
J.L.: El gran problema es que la salud se mezcle con la política, que sea un componente ideológico, porque se cometen todos estos errores. Cuando la salud la conviertes en un arma o herramienta política, pues pasa lo que se vive en Venezuela. Lamentablemente, todo eso ocurre acá y la única solución del Gobierno sería dar un paso atrás. ¿Estará dispuesto a hacerlo?
SEMANA: ¿Colombia puede cometer los errores de Venezuela en los temas de salud?
J.L.: Allá tienen alternativas para la población de escasos recursos, mecanismos para garantizar una respuesta al ciudadano. El problema va a estar en tratar de copiar sistemas que no conocen, porque una cosa es el cuento que te puedan echar entre presidente o entre militantes de una ideología política y la realidad. Si el Gobierno colombiano copia esquemas, pues habrá problemas como los que tenemos, sería lo peor que podría pasar. Sería un error para Colombia copiar sistemas de salud que han fracasado, porque está demostrado que ni en Cuba ni en Venezuela el sistema de salud funciona.