En medio de la sentencia que busca descontaminar el río Bogotá se ha conocido la denuncia de posibles incumplimientos e irregularidades. SEMANA reveló una presunta anomalía que existiría por una empresa a la que el Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) contrató por un valor cercano a los siete mil millones de pesos para hacer un trabajo de auditoría de la planta de tratamiento de aguas residuales PTAR Salitre. Sin embargo, una de las empresas queestá en el contrato también formó parte de los diseños de esta, lo que generaría dudas de si era idónea, o por el contrario su antecedente le generaría conflicto de intereses.
El argumento que entrega el acueducto es que ellos tienen que recibir la planta en óptimas condiciones, pero legalmente la que puede recibirla es la CAR, titular de ella. La firma contratada por la EAAB es un consorcio que tiene entre sus integrantes a HMV, Brigard Urrutia y Nippon Koei, esta última también forma parte de las compañías que hicieron el diseño básico referencial del proyecto para la CAR.
Para Cristina Arango, gerente del Acueducto, quien conversó con SEMANA, esto no es irregular debido a que los diseños fueron del arranque y del diseño referencia, algo que dista de los diseños finales, así que más allá de generar conflicto de intereses lo que hace es que el consorcio tenga conocimiento y lo hace más competente en el objeto del contrato.
Algo diferente a lo que consideró la magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, quien el pasado 11 de julio se pronunció frente al tema y recusó al consorcio en cuestión. “De conformidad con las normas que reglan la materia, acéptase la solicitud de recusación formulada por el Consorcio Expansión PTAR Salitre, y en consecuencia, relévase al Consorcio NHB PTAR Salitre fase II para actuar como perito”, dice el auto emitido.
Lo que manifiestan desde el alto tribunal es que Consorcio Expansión PTAR Salitre informó a su despacho que en el marco del Contrato n.° 680 de 2009, Nippon Koei – NHB junto a la compañía HAZEN AND SAWYER estructuraron el diseño de ingeniería básico concerniente, como la elaboración de los pliegos de condiciones necesarios para adjudicar el proyecto de ampliación de la PTAR SALITRE concernientes al Contrato n.° 803 de 2016.
La magistrada estimó pertinente relevar al consorcio y considerar que para rendir el dictamen pericial se encargará de él la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Cabe recordar que el presunto conflicto de intereses no es el único cuestionamiento de dicho contrato. Ante la Contraloría fue denunciada la Empresa de Acueducto por gastar recursos, al parecer, innecesarios en un contrato de auditoría sin ser su responsabilidad y más cuando ya alguien estaba supliendo esa función. SEMANA investigó cómo se adjudicó este contrato y llama la atención que antes del 9 de septiembre de 2021, cuando fue citada una inspección de parte de la magistrada que lleva el proceso de descontaminación del río Bogotá, quien iba a verificar si la planta estaba en funcionamiento con parámetros de calidad de agua y podían pasar a la siguiente fase, en la que entraría el acueducto a operar, este último ya estaba diciendo, el 27 de agosto, que se encontraban falencias y justificando la necesidad del contrato.
Natalia Escobar, gerente corporativo del sistema maestro, envió solicitud de un trámite de contratación a Rodrigo Ríos, director de contratación y compras, indicando decisiones que supuestamente había tomado la magistrada Nelly Villamizar “el pasado 9, 10 y 13 de septiembre de 2021″. ¿Cómo iba a saber la gerente qué decisión iba a tomar la togada si todavía faltaban casi dos semanas para que se hiciera la inspección?
En la página cinco de ese mismo documento dicen que el 15 de septiembre encontraron equipos con cubrimientos insuficientes, que el 17 hallaron bacterias; el 26, inundaciones y en octubre, derrame inadecuado de residuos, entre otras fallas, pese a que la Anla certificó el 12 de septiembre que, efectivamente, se estaba cumpliendo el objetivo y que ya se podía avanzar.
La EAAB instauró un recurso de reposición. El resultado de esa medida se conocería el 19 de noviembre de 2021. Un día antes, el 18 de noviembre, el acueducto evaluó en un solo día idoneidad, presupuesto y documentos pertinentes para adjudicar el contrato directamente al consorcio NHB- PTAR Salitre II, suscrito el 23 de noviembre.
La gerente del acueducto indica que todo se realizó dentro de los términos legales, manifestado que una contratación directa no es sinónimo de irregularidad y que se presentaron varios oferentes. Sin embargo, lo que no pudo explicar fue el porqué en la justificación del contrató habían informes posteriores a la fecha; considera que quizás hubo un error, teniendo desde el año anterior la necesidad de contratar a alguien que los asesorara para recibir la planta que tienen que operar, considerando que es un ejercicio responsable con los bogotanos por la magnitud del proyecto.