Se trata de un poema de Luis Vidales (Calarcá 1904, Bogotá 1990), autor de Suenan timbres y uno de los poetas más importantes de Colombia. Lo curioso es que Vidales, precursor del Partido Comunista, no tuvo una relación precisamente amistosa con los gobiernos. Fue amigo de Jorge Eliécer Gaitán y pasó casi 40 veces por la cárcel, pues, según el propio Banco de la República, “era un muchacho indómito que pedía equidad y justicia”. Sus ideas lo llevaron a chocar ya anciano con Julio César Turbay, durante cuyo gobierno fue detenido y llevado a las caballerizas de Usaquén. El asunto provocó protestas, incluso de Jean-Paul Sartre en Francia.