Cuando los Juegos Bolivarianos arrancaron en Lima en 1948, el único representante de Colombia era un joven de anteojos con pinta de seminarista. Se trataba del caleño Jaime Aparicio, el primer atleta colombiano en participar en un certamen internacional. El pasado 17 de agosto cumplió 85 años de edad y al hablar de los logros del deporte nacional de hoy recuerda que en ese entonces tuvo que “trabajar con las uñas” y que “nunca recibió un centavo de nadie”.