El lunes pasado, Colombia perdió a uno de los mejores actores de su historia: Carlos Muñoz. Nació en Puente Nacional, Santander, el 3 de enero de 1934. Su padre, también actor, despertó su vocación a muy temprana edad, y arrancó su carrera a los 15 años en los radioteatros y las radionovelas de la Radio Nacional. En 1954 vio nacer la televisión colombiana y, con talento y compromiso, se convirtió en el protagonista de su historia durante más de cinco décadas. Dejó su impronta por donde pasó y marcó para siempre la telenovela, género que, sin él, quizá no sería lo que es hoy. Los personajes que encarnó y la maestría histriónica con que los interpretaba quedarán en la memoria colectiva de varias generaciones.