Una vez más Enilce López, la ‘Gata’, tiene convulsionado Sucre. En ese departamento no se habla de otra cosa después de que se conoció que la empresa de Juegos de Suerte y Azar de Sucre (Emcoazar) le entregará el negocio de la explotación del chance a ella por cinco años, supuestamente a espaldas del gobernador, Julio César Guerra Tulena. El gerente es Edwin Romero, quien este lunes, luego de que se conoció la noticia, fue destituido fulminantemente. Mes y medio atrás, cuando estuvo a punto de entregar ese contrato a la única empresa oferente, Aposucre (de propiedad de la 'Gata’), tuvo que suspender la licitación por cuenta de una advertencia que le hiciera el propio el secretario de Transparencia, Rafael Merchán.   Romero dijo en su momento a Semana.com que iba a velar por la transparencia de la licitación. Pero tal vez no fue así. Además de problemas de forma, la única empresa que se presentó estaría inhabilitada porque uno de sus accionistas, el senador del PIN (e hijo de la empresaria), Héctor Julio Alfonso López, posee el 7 % de la propiedad, seguido en importancia por su hermano José Julio Alfonso. Pero, al parecer, ninguna advertencia fue suficiente para los representantes de Emcoazar que este lunes le dieron el sí a la ‘Gata’. Con ello la empresaria, que le dio una entrevista a Noticias RCN este lunes, demostró que si bien está postrada en una cama con arritmia cardíaca y una evidente desnutrición, mantiene intacto su poder. Dijo, por ejemplo, que tenía bien guardadas varias pruebas de sus nexos con los políticos, por lo que amenazó que sí alguien se metía con ella, las revelaría. La ‘Gata’, en plata blanca debería estar en una cárcel cumpliendo su condena por el asesinato de un celador en el año 2000. Hace varias semanas la Corte Suprema ratificó la condena impuesta por el Tribunal de Bogotá a 37 años de cárcel por el brutal crimen del vigilante Fabio Ochoa Torres, en el que se comprobó su participación. El hecho ocurrió en el año 2000. Pero con todo y la ratificación de su pena y un informe de Medicina Legal según el cual ella no estaba tan mal como para evadir la cárcel, Enilce ha logrado mantenerse en la clínica La Asunción de Barranquilla. Allí, en una cama del segundo piso de ese centro hospitalario, fue donde recibió a periodistas del canal y dijo que ya no aguanta más persecución. “Me condenaron a muerte, 37 de años (de cárcel) no los resiste ningún ser humano y menos yo. Yo no resisto ni tres años en la cárcel, ni dos. Yo estoy muy enferma, vengo enferma desde la cárcel de Bogotá. Eso está certificado por Medicina Legal. No importa que me manden a la cárcel siendo inocente, allá no les voy a durar mucho”, aseguró. Pero su ‘estado crítico’ no ha sido obstáculo para que ella y su equipo de asesores ahora busquen una nueva salida jurídica a su condena. Tal y como lo reveló Semana.com este lunes, Enilce estudia la posibilidad de presentar ante la misma Corte Suprema una acción de revisión de su pena. Enilce tiene a su favor las voces de dos testigos que contrarrestarían las evidencias según las cuales la empresaria instigó el homicidio de Ochoa por presuntamente ser un colaborador de la guerrilla. Mientras eso ocurre, la empresaria lucha por sobrevivir en una clínica. Quizá ya no se ve como la poderosa empresaria que era capaz de doblegar a la clase dirigente de la costa Caribe y a los empresarios que se atrevían a oponerse a sus negocios, ahora luce derrotada por una aparente enfermedad. Aun así, muchos creen que saldrá de esta situación y que se enfrentará a quien se atreva a retarla.