Juan Carlos Guzmán Betancourt no es el clásico delincuente. Con una apariencia pulcra y estilizada, un completo manejo de los idiomas y una especial habilidad para imitar acentos, se ha convertido en un suplantador casi cinematográfico.Sin nunca llegar a utilizar la violencia para cometer sus crímenes, Guzmán Betancourt transitó por los más reconocidos aeropuertos del mundo, se codeó con altos ejecutivos y robó cerca de un millón y medio de dólares. Sin haber terminado la secundaria, Juan Carlos Guzmán huyó de su casa en Roldanillo (Valle), se montó en un avión de la ya desaparecida aerolínea colombiana ARCA y en 1993 llegó como polizón a Miami. Con tan solo 16 años inició su carrera delictiva, en la que con rapidez demostró sus habilidades para el engaño. Durante más de una década fue perseguido insistentemente por detectives y agencias policiales como es el caso de la Interpol. Algunos lo han comparado con Frank William Abagnale Jr, interpretado por Leonardo Di Caprio en la película ‘Atrápame si puedes’, no solo por sus artimañas sino por su amabilidad con sus víctimas. “Gracias a su extraordinaria capacidad para ‘salirse con la suya’ Juan Carlos hizo de la policía internacional un hazmerreir”. La historia de Guzmán es contada por el periodista Andrés Pachón en el libro ‘El suplantador’ (Debate), que recoge las andanzas de este singular personaje. En el texto se reseñan varias estafas con las que Pachón dibuja a este particular personaje de la delincuencia nacional. Entre ellas, Pachón habla de la ocasión en la que Guzmán se hizo pasar por un inglés en un hotel para cometer un robo. “Lo curioso es que físicamente no se parecía en nada a la persona que suplantó, pero con su astucia logró burlar al personal del hotel”, cuenta en diálogo con Semana.com.Dice Pachón que lo primero que hizo el 'Suplantador' fue estudiar a la víctima. “Se dio cuenta de que el personaje estaba acompañado por sus dos hijas y la niñera de estas. Después, una vez ubicados en el hotel, esperó a que el inglés las dejara en el cuarto y llamó a la habitación desde un teléfono del hotel haciéndose pasar por un recepcionista. Le indicó a la niñera que su jefe la estaba esperando en el lobby y que por favor llevara a las dos niñas también. Una vez bajaron, él, pasándose por inglés, le comentó al personal del hotel que había perdido su llave, y sin preguntarle mucho al respecto le entregaron una nueva. Ya dentro de la habitación llamó de nuevo a la recepción y dijo que sus hijas habían estado jugando con la caja fuerte y en consecuencia esta se había bloqueado, por lo que el personal del hotel fue hasta la habitación y desbloqueó la caja. Con el acceso, Guzmán procedió a robar el contenido y se marchó”.En la actualidad, Juan Carlos se encuentra recluido en una prisión de Estados Unidos, luego de que un policía lo identificará por un lunar característico. Curiosamente, el motivo de la captura no tiene que ver con sus delitos, ya que fue judicializado por haber cruzado la frontera entre Canadá y Estados Unidos sin autorización.