Los tatuajes duelen. Kat von D lo sabe muy bien, pues más del 70 por ciento de su cuerpo está cubierto por ellos. Aun así, una de sus aspiraciones en la vida es llenar toda su piel con esas obras de arte indelebles, pues desde cuando se hizo el primero, a los 14 años, supo que el pigmento y las agujas serían su vida. A esa edad tuvo en sus manos por primera vez una máquina para tatuar entre sus manos y, sin experiencia alguna, le hizo un dibujo a un amigo en la piel. Esto la impactó tanto, que decidió dejar el colegio y dedicarse a aprender a tatuar. A los 16 años consiguió un puesto en un almacén profesional y hoy, a sus 26, es la mujer más famosa de esa industria. Se dio a conocer en todo el mundo gracias al reality Miami Ink, en el que participó durante dos temporadas. Los televidentes quedaron con la impresión de que salió por la puerta de atrás, después de ser despedida por los roces que tuvo con Ami James, el dueño del local que aparece en el programa. Además, nunca pudo adaptarse a esa ciudad. Pero Kat ya había conquistado tanta audiencia, que los productores de Discovery decidieron crearle su propio show, Los Ángeles Ink, que se estrenará por el canal People and Arts el 17 de junio a las 10 de la noche. La fama de Kat, cuyo nombre de pila es Katherine von Drachenberg, crece cada día. En enero de este año batió el récord Guinness al tatuar a 400 personas en 24 horas. También fue escogida por la revista Maxim como una de las 100 mujeres más sexy de 2008. Y L. A. Ink, que se estrenó el año pasado en Estados Unidos, ya tiene el doble de la audiencia que Miami Ink.Su comienzo en el mundo de los tatuajes fue difícil, sobre todo porque a su familia le costó trabajo aceptar ese estilo de vida. "Mi familia es latina, muy tradicional y muy religiosa, y les pareció muy asustador al principio. Sobre todo porque siempre asociaron los tatuajes con algo negativo", dijo Kat a SEMANA. Sus padres son argentinos, pero trabajaban como misioneros en Nuevo León, México, lugar en donde ella y sus hermanos nacieron. Por eso ella siempre hace mucho énfasis en sus raíces latinas y en que el español es su primer idioma. Toda la familia se mudó a California cuando von D tenía 4 años. Algunos años más tarde se fue a buscar fortuna con su arte, se enamoró de Los Ángeles, la meca de los tatuadores y el lugar que inspiró el estilo que ella mejor domina, los dibujos en negro y gris, y muy realistas. "He dibujado desde cuando aprendí a sostener un lápiz, contó. Aprendí a la brava, porque andaba con muchachos punketos y de manera natural fui gravitando hacia este estilo de vida". Se fue de su casa a los 16 años y ha vivido una "vida loca", como dice el tatuaje de letras grandes que tiene en su espalda. Pero ese no es su favorito. "El que más me gusta es probablemente el retrato de mi mamá. Lo tengo en mi hombro izquierdo y es de una foto de los años 70, cuando tenía el peinado al estilo Farrah Faucett". Los otros tatuajes que más le gustan son las estrellas que tiene al lado de su ojo izquierdo. Para ellas se inspiró en la canción Starry eyes de su banda favorita, Mötley Crüe, que por estos días le gusta aun más, ya que desde hace algunos meses es novia de Nikki Sixx, bajista de la banda."Yo no me arrepiento de los tatuajes que me he hecho", aseguró Kat a esta publicación. "Pero sí me he borrado algunos con láser. Tenía un retrato de mi ex esposo en la pierna y ahora siento que ni siquiera quiero verlo, así que me lo estoy quitando". Curiosamente, una de las recomendaciones que hace a sus clientes es que estén seguros de que lo que se hagan sea algo que vayan a amar toda la vida, y los hombres son pasajeros, como confirman los muchos nombres que ella lleva en su cuerpo. El almacén que aparece en la serie existe en verdad, y Kat es su dueña. El nombre real es High Voltage Tattoo y queda en el corazón de Hollywood. Cuando no están grabando, cualquiera puede entrar. Para que Kat los tatúe deben hacer una cita y la lista de espera es de dos meses. "El tiempo más largo que he pasado sin tatuar en 12 años fueron como cinco días. Si vienes, probablemente estaré en la parte de atrás tatuando". Llevar un von D original en la piel es caro, el costo por un retrato empieza en 1.000 dólares.Aunque en Los Ángeles Ink el equipo de tatuadores consta principalmente de mujeres, para las chicas es más difícil ganar respeto dentro de la industria del tatuaje. "A veces parece imposible -dijo Kat a SEMANA-. A uno le toca trabajar en 110 por ciento más sólo para probarse". Pero ella ha logrado abrir un espacio al demostrar que más que una joven rebelde y llamativa, es una verdadera artista.