Gunter Pauli es un economista y emprendedor belga que decidió apostarle a un nuevo modelo: la economía azul. A través de Zeri Network, y junto con una red de académicos, desarrolla desde 1994 iniciativas e investigaciones para lograr soluciones sostenibles –cero emisiones– a los problemas del mundo. En 2010 publicó el libro La economía azul, en el que presenta “100 innovaciones que pueden crear 100 millones de empleos en los próximos 10 años” y ha sido traducido a 43 idiomas. Dinero: ¿Cómo surgió la economía azul? Gunter Pauli: Desde 1994 dirijo un grupo de científicos emprendedores cuyo propósito es sacar lo mejor de la ciencia y mirar cómo llevarlas a la práctica. El fin no es producir más barato que los chinos o los brasileños; es generar valor agregado. Ese es el motor de la economía; no ser barato. Por eso decidí montar la Fundación Zeri, que hoy en día es una red de fundaciones y se enfoca en poner en práctica esas ideas, bajo estas filosofías. D: ¿En qué se diferencia la economía verde de la azul? GP: La economía verde se mantiene dentro del esquema tradicional: habla de globalización, de economías de escala, de producir más barato y de manera estandarizada. La economía azul implica cambiar la lógica: tenemos que trabajar con lo que está localmente disponible. No buscamos la competitividad global. Le puede interesar: ¿Qué es la economía azul y cómo contribuye el Caribe colombiano? D: ¿Cuál es el mejor ejemplo para entender su modelo económico? GP: Normalmente, de una taza de café solo se aprovecha 0,2 % de la cereza que fue cosechada por el cafetero. ¿Qué pasa con el 99,8 % restante? ¡No puede ser un desecho! Entonces nosotros lo convertimos en un textil, en hongos o en empaques. D: Teniendo en cuenta que Colombia es un país cafetero, ¿se está aprovechando esta oportunidad? ¿Qué experiencias hay al respecto? GP: Colombia no está aprovechando nada. He estado hablando con los cafeteros desde hace 25 años, pero no lo entienden. Solo piensan en la cerecita y en el precio. Por alguna razón, están pensando únicamente en ganar dinero y en competir con Starbucks. Sobre las experiencias, hay unas 90 fincas ubicadas en el departamento del Huila que aprovechan la biomasa del café. Máximo habrá en el país 200 o 300 fincas que lo hacen, aunque lo podríamos hacer con 10.000. D: ¿Qué deben hacer entonces los cafeteros? GP: Para mí, lo más importante de todo es cambiar la lógica del café. Por ejemplo, estoy liderando un proyecto en el que tomamos la cereza del café, la secamos y la mezclamos con un poco de manteca de cacao y hacemos un café sólido. El resultado es un producto que compite con Red Bull. Esto lo estamos haciendo en Santa Marta, donde está el mejor café bajo sombra, hay cacao y tenemos la sal que nos da La Guajira. Los cafeteros tienen que innovar. Vea también: ‘Dulce plan’ de ayuda para el café anuncia el presidente Duque D: ¿Qué otros casos de economía azul se destacan en el país? GP: El Centro Las Gaviotas, ubicado en el Vichada. Paolo Lugari creó una comunidad sostenible en la cual se reforestó un bosque tropical, lo que permitió el autoabastecimiento de agua potable y, además, instaló tecnología para la autosuficiencia energética renovable.