Colombia ha experimentado en los últimos años un auge en su economía, el cual ha desembocado en el crecimiento de la demanda de oficinas e infraestructura para el funcionamiento de las empresas y sus negocios. Para responder a esta necesidad, las constructoras y desarrolladoras de proyectos inmobiliarios han encontrado en los centros empresariales una solución viable porque, dada su naturaleza de copropiedad horizontal, se comparten los costos de seguridad, de administración, de tendido de redes de servicios públicos y de conectividad, entre otros. Según Luis Lora, vocero de la constructora C3 de Cali, “en general, el concepto de centro empresarial se compone del balance entre cinco elementos fundamentales: las áreas comunes, las áreas privadas, los accesos privados, los accesos públicos y la seguridad compartida, pero todos en un contexto de normatividad urbana que protege las zonas de influencia, el medio ambiente y el recurso humano que allí va a trabajar”. En esto coincide el arquitecto Carlos Piedrahita pues “es importante tener en cuenta la diferencia entre los centros comerciales y los centros empresariales, pues si bien estuvieron de moda, en realidad resultaron en un gran problema porque las oficinas necesitan accesos independientes, privados y sin el bullicio del comercio, además de áreas suficientes para alojar numerosos parqueaderos de uso exclusivo”. Centros empresariales inteligentes Desde el punto de vista del diseño, todo constructor busca trascender en el tiempo. A su vez, “garantizar el ahorro de recursos por medio de formas y espacios que aseguren una buena iluminación natural durante el día para ahorrar energía y, además, diseños que tengan en cuenta la posición del sol para que éste no se vuelva un elemento en contra y obligue a hacer inversiones adicionales”, continuó Lora. En consecuencia, puntualiza Piedrahita, “las oficinas de hoy deben ser auto sostenibles, en el sentido de que deben colaborar con el ahorro de los recursos energéticos y cuyos diseños y estructuras tengan en cuenta los fenómenos naturales.” Además, “los centros empresariales deben proveer servicios adicionales como auditorio, salas de juntas, baterías de baños, posibilidad de ascensores privados, auditorio y espacios para cafetería, añade Luis Lora de la constructora C3. Respecto de las normas de bienestar del recurso humano, se busca que los centros empresariales se construyan en sitios estratégicos en los que se tenga en cuenta la ubicación y cercanía con respecto a los usuarios, sus clientes y proveedores, además de contemplar las normas y exigencias de seguridad, de uso de materiales de construcción inocuos y sismo resistentes. Un punto final es el que tiene que ver con la globalización de la economía mundial y el desarrollo de las tecnologías de la información. “El diseño de los centros empresariales, como el del Centro Empresarial Jardín Central de Cali, debe incluir estructuras de cableado de última tecnología que les permitan a las empresas una fácil, adecuada y ágil conectividad; suficientes y adecuados espacios para el almacenamiento de equipos de conectividad, en los que se aseguren condiciones de temperatura ideal y fácil acceso”, finaliza Lora.