El año pasado Antioquia registró su participación más alta en el PIB nacional de los últimos 30 años: 15,2 por ciento. Esto significa que de cada 1.000 pesos producidos en el país, 152 tuvieron su origen en el departamento. Este comportamiento es la suma de varios hechos. En primer lugar, que 25 de cada 100 dólares no petroleros que se exportan en Colombia tuvieron su origen en la región. En segunda instancia, la recuperación de cerca de 200.000 empleos que se perdieron durante la pandemia, además de la generación de 38.000 nuevos puestos de trabajo, y de 16.000 nuevos empleos por cada punto que crece el PIB.
A lo anterior hay que agregarle que Antioquia es uno de los principales departamentos destino de la inversión extranjera directa. Entre agosto de 2018 y marzo de 2022 esto le ha representado al país el ingreso de 3.797 millones de dólares en más de 115 proyectos. Por último, este es el departamento que más logró reducir la desigualdad vía coeficiente de Gini. Todas estas cifras obedecen a un proceso de consolidación de la estructura económica y productiva que durante años han logrado sectores estratégicos como la industria manufacturera, la construcción, la agricultura, la intermediación financiera, el comercio y las actividades artísticas, culturales y de entretenimiento.
Antioquia representa el 17,45 por ciento de la producción industrial del país, además de aportar en este sector 18 de cada 100 empleos generados. Este liderazgo por más de cinco décadas en materia industrial debe permitir impulsar en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo del presidente Gustavo Petro una apuesta por el desarrollo de la región desde la industria, aprovechando las sinergias probadas entre la academia, el Estado, el sector privado y la sociedad civil. Medellín como Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, tiene la obligación de liderar este proceso de transformación productiva del país, lo cual implica concentrar todas las energías en los objetivos superiores y la claridad del gobernante en la articulación y ejecución de las apuestas.
Sin embargo, pese a los buenos resultados el panorama económico de corto plazo trae retos mayúsculos en un momento inédito en la historia reciente de la humanidad, donde la sumatoria de externalidades negativas de carácter transitorio están alterando el devenir de la economía mundial, poniendo de manifiesto no solo el muy seguro incumplimiento en las proyecciones de crecimiento de la producción para 2022, sino más grave aún, generando una distorsión en la forma tradicional en que la política económica actúa con el fin de consolidar la producción, la generación de empleo, la estabilidad en precios y un marco mucho más competitivo en la interacción comercial y financiera con el resto de mundo.
Frente a este escenario, en su conjunto general, Antioquia cuenta con un gran potencial derivado de su biodiversidad, situación geográfica, climática y su riqueza poblacional y cultural, que configuran un entorno privilegiado para desarrollar una agenda que busca posicionar al departamento en las dinámicas actuales de la Cuarta Revolución Industrial, el cierre de brechas sociales con principios de equidad y el desarrollo sostenible; consolidando a la región como la segunda economía más importante del país.
Nueva perspectiva
Desde Antioquia es posible decir que tal vez la más grande transformación en siglos para la región y el país es que hoy la región es plana. Con las mejoras en materia de infraestructura vial gracias a proyectos como las Autopistas 4G (Autopistas Mar 1 y 2, Túnel Guillermo Gaviria Echeverry, Conexiones Pacifico 1, 2 y 3, Conexión Norte y Conexión Magdalena 2), la red vial en el departamento, los aeropuertos, la red férrea y la construcción del Puerto de Urabá, el promedio de las pendientes en las carreteras disminuirá cerca del 6 por ciento. Esto permite aumentar la velocidad por hora y generar impactos que benefician a todo el país al disminuir el número de kilómetros recorridos por paquetes y mercancía.
En un sentido amplio, la transformación que hoy lidera el gobernador Aníbal Gaviria va desde el túnel más largo de América (el Guillermo Gaviria Echeverri, con 9,7 kilómetros), la puesta en operación del segundo túnel de occidente y oriente, y el tren del río, hasta la pavimentación de 23 cabeceras municipales y cerca de 100 circuitos viales para que la ruralidad y los municipios aprovechen las vías 4G. Estos proyectos detonarán que Antioquia, derivado de su progreso en un mediano plazo, sea el único departamento de Colombia que cuente con no menos de cuatro áreas metropolitanas: la primera en el corazón del departamento como lo es el Valle de Aburrá; la segunda en el oriente cercano, consolidando la región aeroportuaria y el desarrollo inmobiliario; la tercera en el Urabá antioqueño, aprovechando el puerto, las vías y una población joven emergente y, finalmente, una cuarta en el occidente antioqueño, generada por su proximidad, clima, desarrollo vial y eje entre dos urbes, Valle de Aburrá y Urabá.
La responsabilidad de Antioquia con el desarrollo del país no se queda solo en la transformación económica y sectorial enfocada en llevar capacidades y generar oportunidades en los mismos territorios. Todos los esfuerzos serían en vano si no se proyectan alrededor de un departamento que le apuesta a descentralizar las capacidades para incrementar la competitividad y la generación de empleo en las subregiones. La premisa en este sentido ha sido demasiado simple y se ha enfocado en canalizar la inversión con tres principios fundamentales: la unidad, la defensa de la vida y el impulso a la equidad.
No es momento de dudas para un departamento que tiene 63.612 kilómetros cuadrados de territorio, que se traducen en igual número de oportunidades. La ‘Antioquia plana’ requiere de la determinación de los gobernantes para la construcción de agendas que impulsen las dinámicas productivas, la sostenibilidad, la equidad y el aprovechamiento de las oportunidades que implica el desarrollo vial que conecta con las 4G a Medellín y al Valle de Aburrá con los principales centros de desarrollo del país, y al departamento con el mundo en Puerto Antioquia.
En cifras
Por: Julián Vásquez, gerente general del Idea.