Los gremios empresariales cumplen un papel crucial en la promoción de prácticas sostenibles. Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), por ejemplo, se lidera una iniciativa que promueve la responsabilidad extendida de los productores. Su nombre es Visión 3030 y solamente en 2023 impulsó 15 proyectos de gran impacto y creó el primer fondo de pago por resultados en innovación. Mónica Villegas, su directora, advirtió que “estos esfuerzos son claves para fomentar una cultura de sostenibilidad en el sector empresarial”.

Las empresas, sin embargo, enfrentan desafíos importantes asociados a la regulación. Villegas reconoció que aunque “los cambios en las normativas pueden generar incertidumbre, también presentan oportunidades para aquellos que adoptan la sostenibilidad como una inversión estratégica”. Y hay varios ejemplos representativos:

Alquería redujo el peso de su empaque primario en un 15 por ciento; Casa Luker utiliza embalaje con 20 por ciento de material reciclado posconsumo; Samara Cosmetics adoptó empaques ciento por ciento reciclados y etiquetas de fácil remoción, y Makro eliminó los pigmentos de las botellas de suavizante para mejorar su reciclabilidad.

Todas estas acciones son muestra de que el rediseño de los envases y la innovación en los procesos puede conducir a resultados positivos tanto en términos ambientales como económicos. Sergio Rengifo, director del Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, enfatizó en la importancia del liderazgo en la transición hacia la sostenibilidad. “Los líderes empresariales que adoptan la sostenibilidad no solo cumplen con las regulaciones, también desarrollan estrategias a corto, mediano y largo plazo que benefician tanto a sus empresas como al entorno”.

Además, hizo un llamado a los líderes para que comprendan que la inacción en sostenibilidad es más costosa que cualquier inversión en ella. “Empresas colombianas como Grupo Nutresa, Grupo Sura y Grupo Argos, presentes en el Índice de Sostenibilidad Dow Jones, demuestran que integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial es posible y beneficioso”, añadió Rengifo.

Por su parte, Anamaría Martínez, directora de Sostenibilidad Corporativa y líder del Observatorio de Inversión Privada del CIPE de JA&A, destacó que el sector privado ha sido un motor clave de cambio social y desarrollo territorial. “Las 175 principales compañías en el país invirtieron 8,5 billones de pesos en iniciativas sociales y ambientales, según el Índice de Inversión Social Privada (IISP), evidenciando su compromiso con las poblaciones vulnerables. No obstante, el reto es asegurar la continuidad y sostenibilidad de estas inversiones”, precisó.

Para ello, son fundamentales la adaptación al mercado y la expansión de operaciones, pues permiten financiar programas sociales. “Las empresas pueden maximizar el impacto de sus iniciativas mediante metodologías como el retorno social de la inversión (SROI) y gestionando alianzas estratégicas con actores públicos y privados para potenciar el impacto y evitar esfuerzos redundantes”, concluyó Martínez.

Colombia tiene un enorme potencial para convertirse en un líder de la sostenibilidad en América Latina. Con sus recursos naturales y su creciente capacidad industrial, el país está bien posicionado para integrar la sostenibilidad en su desarrollo económico. Desde minería y petróleo hasta construcción y ecodiseño, las empresas ya implementan estrategias innovadoras para reducir su impacto y promover una economía circular. El liderazgo se refleja en la adopción de estándares internacionales, inversión en tecnologías limpias y prácticas responsables, con el objetivo de reducir emisiones, proteger la biodiversidad y alinear el desarrollo industrial con la preservación del medioambiente.

Minería más sostenible

La minería, un pilar económico criticado por su impacto ambiental, está en plena transformación. Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), reconoció la importancia de adoptar mejores prácticas. “El sector minero ha implementado el Estándar para la Minería Sostenible (TSM), un protocolo internacional adoptado en países como Canadá y Australia”, precisó. Este estándar cubre diez áreas clave como seguridad, manejo del agua y biodiversidad.

La ACM también lanzó la ‘Hoja de Ruta del Sector Minero contra el Cambio Climático’, que establece nueve compromisos para reducir emisiones y proteger la biodiversidad. “Las empresas mineras han invertido 726.000 millones de pesos en la protección de recursos naturales”, agregó Nariño. Este gremio trabaja también en la formalización de pequeños mineros y en la implementación de tecnología que minimice el impacto ecológico.

En 2023, el sector minero destinó 20 billones de pesos a la compra de bienes y servicios, de los cuales el 44 por ciento provino de proveedores locales, fortaleciendo así las economías regionales. Además, se invirtieron 364.000 millones de pesos en proyectos de desarrollo sostenible, beneficiando a más de un millón de personas, mediante iniciativas de vivienda, educación y salud.

Otros ejemplos de su apuesta por la sostenibilidad incluyen el reciclaje de residuos y el uso de tecnologías que reducen la huella hídrica. “Residuos como llantas se transforman en productos útiles como asfalto y pisos deportivos. Además, la recirculación de aguas residuales alcanza el 95 por ciento”, explicó Nariño. La industria también promueve el reciclaje y la valorización de materiales.

“Otro enfoque incluye la producción de jabones a partir de sales minerales y la utilización de residuos de rocas estériles para la construcción de vías industriales y comunitarias, siguiendo los lineamientos de las autoridades ambientales y cumpliendo con el pago de regalías correspondientes”, agregó el líder gremial.

Para fortalecer la relación con las comunidades, Nariño destacó la importancia del diálogo y la transparencia. “Iniciativas como la Industria Extractiva para la Transparencia (EITI) promueven la transparencia en la gestión de regalías y pagos”, puntualizó.

Petróleo y gas: hacia la descarbonización

Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), destacó el compromiso que tiene el sector con la descarbonización. “Es esencial que el país tenga una política clara para la transición energética, considerando las dificultades y el acceso limitado a energía para muchos colombianos”, precisó. Las empresas que reúne la ACP son un aliado clave para la transición energética, no solo mediante la generación de recursos que financien esta transformación, sino debido a su soporte energético a corto, mediano y largo plazo.

Entre los proyectos más destacados se encuentran iniciativas de geotermia no volcánica, movilidad eléctrica, hidrógeno, reforestación y economía circular; que han permitido certificar reducciones de gases de efecto invernadero por más de un millón de toneladas de CO2 en los últimos cinco años. “Además, en 2022, el sector invirtió alrededor de medio billón de pesos en proyectos de sostenibilidad social que benefician a las comunidades, mejorando la calidad de vida y generando oportunidades de desarrollo”, agregó Pearl.

La industria ha adoptado criterios ESG y de economía circular, reutilizando subproductos y minimizando residuos. “Estas empresas también están comprometidas con la restauración ambiental y el desarrollo de programas sociales”, indicó Pearl. Además, el sector ha liderado proyectos ambientales y sociales como la creación de áreas de reserva forestal empresariales que protegen más de 15.000 hectáreas y la siembra de corales en el mar Caribe para la regeneración de la biodiversidad marina. Así mismo, se han apoyado comunidades cacaoteras que han beneficiado a más de 5.000 familias.

“Una lección clave es la importancia de formar alianzas con actores institucionales y otros sectores económicos, así como mantener un diálogo constante con las comunidades locales. Esto maximiza el impacto de los proyectos y destaca la sostenibilidad como una estrategia a largo plazo que debe integrarse en las políticas y objetivos organizacionales”, concluyó Pearl.

Infraestructura verde

El sector de la construcción también avanza hacia prácticas más sostenibles. Angélica Ospina, directora del Consejo de Construcción Sostenible (CCCS), destacó la importancia del liderazgo en este cambio. “Es esencial que el sector privado mantenga y acelere la transición hacia la construcción sostenible debido a la crisis climática”, puntualizó.

Superar barreras y capacitar a todos los niveles es crucial para lograrlo. “La formación en eficiencia energética y manejo del agua asegura que la sostenibilidad esté integrada en las estrategias corporativas”, añadió Ospina. Las certificaciones de sostenibilidad definen criterios claros y aportan verificación, lo que facilita la adopción de prácticas sostenibles.

“Para avanzar hacia proyectos más sostenibles a gran escala, es esencial promover la economía circular y la reducción de residuos. Los líderes empresariales deben cambiar la mentalidad hacia la gestión eficiente de todos los recursos, identificando flujos de recursos y residuos para extender su vida útil y minimizar el desperdicio, cerrando así el ciclo de reutilización de manera efectiva”, indicó.

El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible cuenta con más de 190 miembros, desde grandes empresas como Amarilo, Bolívar y Marval hasta pequeñas constructoras como A+C en Neiva y Grupo Innvoa 7 en Santa Marta, que han integrado la sostenibilidad en sus estrategias. Manuel Lascarro, director de la Cámara del Cemento y el Concreto, aseguró que la industria está trabajando hacia la carbono neutralidad para 2050. En América Latina, donde la informalidad en la construcción es alta, integrar tecnología avanzada como sensores e inteligencia artificial es un reto necesario. “Estas herramientas ayudarán a reducir la huella de carbono si se incorporan en los códigos y normas de construcción”, advirtió Lascarro.

En 2022, la industria recicló 90.000 toneladas de residuos. “La velocidad de las discusiones de sostenibilidad exige un enfoque a largo plazo, considerando el impacto integral de las decisiones con un criterio social, ambiental y económico”, concluyó el líder gremial.

Ecodiseño y reciclaje

Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, subrayó la importancia de incorporar criterios de sostenibilidad desde la fase de diseño. “El ecodiseño no solo minimiza el impacto ambiental de los productos, sino que también facilita su reciclaje al final de su vida útil”, explicó. Las inversiones en tecnología de reciclaje y en procesos de producción más sostenibles han sido una prioridad para el sector, superando los 100 millones de dólares en los últimos años.

La industria del plástico, además, está adoptando soluciones innovadoras, como la creación de plásticos biodegradables y el desarrollo de sistemas de reciclaje más eficientes. “Las empresas están avanzando en la integración de plásticos reciclados en sus productos y en la optimización de sus procesos para reducir desechos”, añadió Mitchell.

Ejemplos notables incluyen la colaboración de empresas como Enka y Grupo San Miguel, que han duplicado su capacidad de reciclaje e implementado prácticas de producción más sostenibles. Mientras que Esenttia y Plastilene están desarrollando tecnologías innovadoras en el reciclaje de poliolefinas y empaques flexibles. Compañías como Darnel, Carvajal y Tekniplex ofrecen soluciones reciclables y biodegradables, y algunas, como Proquinal y Plastilene, han alcanzado la carbono neutralidad.