La actividad edificadora en el país es motor de la economía y del desarrollo empresarial y productivo. Solamente la construcción de vivienda demanda insumos y servicios del 54 por ciento del aparato productivo del país: 36 sectores y 176 líneas productivas. Además, genera uno de cada cinco empleos.
Así lo reporta Coordenada Urbana, el sistema de información de Camacol, que además referencia que la meta de inicios de obra para los siguientes dos años será de 500.000 unidades de vivienda. Las ejecuciones demandarán 55 billones de pesos en insumos de construcción y crearán 1,6 millones de empleos en toda la cadena de valor del sector.
De acuerdo con el vicepresidente técnico de Camacol, Edwin Chiriví, “anualmente la construcción de vivienda le aporta 5 puntos porcentuales a la economía, a través de la inversión que realizan los hogares en la compra, que equivalen a 48 billones de pesos. Otros 30 billones son inyectados por la inversión en construcción no residencial”.
En los últimos 12 meses (a junio de 2022) se vendieron 255.000 unidades de vivienda nueva. El sector venía de un periodo en el que no superaba las 190.000 unidades, pero 2021 y 2022 han sido años de crecimiento excepcional: más de 60.000 unidades adicionales cada año. “Dentro de la construcción, la vivienda es lo que más le está aportando a la economía. Finalmente es el mayor volumen de actividad medida por metros cuadrados”, explicó Chiriví.
En eso coincide el presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, quien precisó que esta actividad dinamiza rubros como el del hierro, ladrillo, cemento y vidrio. “A su vez, se estimula el consumo privado, vía compra de electrodomésticos y bienes durables al amoblar; y vía demanda de servicios financieros asociados a las operaciones de crédito y aseguramiento”, destacó. Adicionalmente, la construcción de infraestructura local y provisión de bienes públicos impulsa la valorización de zonas urbanas en beneficio de las familias, y el aumento del recaudo tributario en beneficio de la administración pública.
Insumos y remodelaciones
Entre los sectores que más jalona la construcción están los del concreto y cemento, el siderúrgico, productos químicos y sus derivados, cerámicas no refractarias y madera. Carlos Horacio Yusty, vicepresidente regional Colombia de Argos, adviertió que las ventas de vivienda y el inicio de proyectos residenciales continúan siendo un bastión del mercado. “Hoy un poco más del 70 por ciento de las ventas de concreto que tenemos en Colombia son para este segmento. Así mismo, cerca del 20 por ciento de las de cemento”, aseguró.
Entre más valor agregado incorpora el producto inmobiliario más subsectores se movilizan como en el caso de los segmentos medios y altos de vivienda, y la actividad no residencial, particularmente centros comerciales, oficinas y centros de salud.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) 2019 del Dane, solamente el sector de la remodelación genera cerca de 288.000 empleos entre maestros de obra, plomeros, pintores y ayudantes de obra, y alrededor de 195.000 empleos relacionados con las actividades comerciales que realizan los vendedores, asesores y las fuerzas de ventas de puntos de venta. Solo en el caso de Century 21 en Colombia, en 2021 el crecimiento fue de 20 por ciento, comparado con 2020, señaló el CEO de inmobiliaria, Alberto Rodríguez.
“El sector de la construcción es muy importante para Corona dado que nuestro core de negocio es la manufactura y distribución de materiales y acabados para la construcción. A finales de 2021 contábamos con más de 52.000 maestros, pintores y plomeros afiliados al programa que ofrece capacitaciones gratuitas a profesionales del sector de la construcción y remodelación”, precisó María Cecilia González, vicepresidenta comercial de Corona.
Desarrollo municipal
Por otro lado, el directivo de Camacol explicó que “la construcción de vivienda es uno de los elementos que desde el punto de vista fiscal mejora la condición de los municipios. Cada vivienda construida y entregada empieza a pagar su impuesto predial. Actualmente, la segunda fuente más importante de los municipios a nivel de ingresos tiene que ver con los impuestos prediales que se generan de las áreas construidas, ya sean vivienda o destinos no residenciales”.
Además, la construcción de una vivienda genera obligaciones urbanísticas que se le entregan al municipio, particularmente en las zonas de cesión; los proyectos pagan impuestos asociados a la delineación urbana y la comercialización de inmuebles tiene impuestos asociados al Impuesto de Industria y Comercio. Desde luego, toda la actividad productiva derivada de la construcción también tiene efectos favorables en el recaudo de los municipios.
La construcción de vivienda demanda insumos y servicios del 54 por ciento del aparato productivo del país.