De Estados Unidos, Ecuador, México, Chile, Panamá y Perú llegaron, principalmente, los más de 6 millones de visitantes no residentes a Colombia durante 2023. Una buena noticia, pues significó un crecimiento del 27,5 por ciento, según Carmen Caballero Villa, presidenta de ProColombia. Esto fue posible gracias a la colaboración permanente entre empresas turísticas, organizaciones comunitarias y entidades gubernamentales en el diseño e implementación de políticas que fomenten prácticas responsables, que a su vez se traduzcan en “una mejor calidad de los servicios y en la atracción de turistas más responsables y de mayor gasto”, señaló Caballero Villa. Solo en 2023, el ingreso de divisas superó los 9.000 millones de dólares, 22,4 por ciento más que en 2022.

En este proceso, la sostenibilidad ha sido fundamental para asegurar la conservación de recursos naturales y de la biodiversidad en Colombia. “Ya no es solo una tendencia, sino una exigencia”, precisó la presidenta de ProColombia, quien agregó que estudios de Expedia Group y Booking indican que los viajeros internacionales prefieren destinos sostenibles, capaces de impactar a las comunidades locales y el medioambiente, y rechazan aquellos sin prácticas responsables. Por eso, para María Claudia Lacouture, exministra de Comercio, Industria y Turismo, “las certificaciones que garantizan un impacto positivo en los destinos son fundamentales”.

Por su parte, Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de Anato, identificó otros retos como la formalización de prestadores de servicios en todas las regiones, el fortalecimiento de la conectividad e infraestructura, mejorar la seguridad y el bilingüismo entre los prestadores de servicios turísticos.

La conectividad aérea ha sido vital para acceder a destinos remotos, pero la salida de aerolíneas de bajo costo como Viva Air y Ultra Air en 2023 impactó fuertemente el turismo colombiano y a casi 7 millones de pasajeros, según Carlos Giraldo, presidente de la Cámara Colombiana de Turismo. Esto afectó destinos clave y múltiples rutas nacionales. “La devaluación, la inflación y el aumento del precio del combustible de la aviación han agravado estos efectos, especialmente durante las temporadas altas como Semana Santa y vacaciones”, precisó.

San Andrés y Providencia han padecido particularmente la salida de estas aerolíneas, aunque también se ha visto impactada la economía, movilidad y conectividad de Bogotá. Andrés Santamaría, director del Instituto Distrital de Turismo (IDT), confirmó que están trabajando para mitigar estos efectos y abrir nuevas oportunidades de negocio para atraer turistas y aumentar el gasto en la capital. “Además, el Plan Distrital de Desarrollo incluye la meta ‘Bogotá, ciudad portuaria’, centrada en mejorar la productividad y competitividad del aeropuerto El Dorado, un importante centro de conectividad con más de 40 millones de pasajeros y 55 destinos internacionales”, señaló.

Pese a este escenario, el sector aéreo demostró ser resistente a este tipo de coyunturas y ha mostrado una recuperación constante, de acuerdo con Anato. “El fortalecimiento en el flujo de rutas y frecuencias de otras empresas y la llegada de aerolíneas nuevas al país han ayudado a esta recuperación”, advirtió su presidenta ejecutiva. Una evidencia de esto fue lo que ocurrió en el Quindío donde, según su gobernador, Juan Miguel Galvis Bedoya, la afectación por la salida de aerolíneas de bajo costo “fue limitada debido a su ubicación estratégica que atrajo a otras aerolíneas para cubrir la demanda”.

En Medellín muchas de las rutas que cubrían las aerolíneas de bajo costo fueron reemplazadas. De acuerdo con José Alejandro González, secretario de Turismo, la ciudad colabora con aerolíneas existentes y nuevas para desarrollar rutas estratégicas. “Creamos una mesa conjunta con Airplan, la Gobernación de Antioquia, la Secretaría de Desarrollo Económico y los gremios locales llamada Mesas de Rutas Aéreas, para promover a Medellín como un destino atractivo para nuevas rutas y aumentar las existentes desde sitios turísticos clave”, añadió González.

En Cali le apuestan al fortalecimiento de la conectividad a través de vuelos directos desde Estados Unidos, Ecuador y Chile, centrando esfuerzos en negociaciones con aerolíneas para establecer estas rutas. “La nueva concesión del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón debe facilitar llegadas más accesibles a Cali, reduciendo costos. Además, queremos impulsar iniciativas para atraer más visitantes internacionales y conectar a Cali con otros destinos como el Eje Cafetero y Bogotá”, precisó Mabel Lara, secretaria de Turismo.

El mercado turístico ha experimentado también una transformación con el crecimiento de plataformas de alojamiento como Airbnb. Este modelo ha facilitado la llegada de turistas, incluyendo jubilados y nómadas digitales al país. Solo a Medellín llegan cada mes cerca de 8.300 nómadas digitales, según un estudio de la firma especializada Breakthrough. Esto ha generado preocupación debido al aumento de los precios en los inmuebles y alquileres, lo que afecta a los residentes locales. En Bogotá, incluso, se propuso ante el Congreso la regulación de las viviendas turísticas para mitigar fenómenos como la gentrificación y la explotación sexual. “Aunque estas plataformas benefician la economía local, es crucial implementar regulaciones efectivas para asegurar un crecimiento equilibrado y sostenible del sector”, sostuvo el director del IDT Bogotá.

Aunque hay dos proyectos de ley, el 205 y 282 de 2022, que buscan reformar la Ley 675 de 2001, con requisitos para estas propiedades en plataformas, aún no se ha establecido una normativa completa que regule el aumento de los precios de las rentas. A esto responden varios alcaldes que han solicitado que estas plataformas cumplan con el Registro Nacional de Turismo, además de obtener la autorización de las asambleas internas de propiedad horizontal para operar con estancias menores a 30 días, en busca de formalizar y regularizar esta oferta turística, explicó Cortés Calle de Anato.

Sin embargo, el presidente de la Cámara Colombiana del Turismo recordó que modelos colaborativos como Airbnb han sido catalizadores importantes para la economía al fomentar proyectos de inversión, especialmente en el sector de la construcción. “Desde su llegada en 2013 han experimentado un crecimiento significativo, con un incremento del 400 por ciento pospandemia, concentrándose principalmente en ciudades como Medellín, Bogotá, Cundinamarca, Bolívar y Valle del Cauca”, aseguró.

Es crucial, destacó Giraldo, formalizar esta industria para garantizar el cumplimiento de normativas como la resolución 700 de julio de 2021, que implementó la Tarjeta de Registro de Alojamiento y el Registro Nacional de Turismo (RNT), con un enfoque particular en la prevención de la explotación sexual.

Al respecto, el secretario de Turismo de Medellín señaló que el mercado de viviendas turísticas ha sido crucial para la ciudad: si bien ha aumentado los alquileres en algunas áreas, los beneficios económicos son significativos. “Las inversiones en viviendas turísticas han impulsado la economía local, especialmente cuando la construcción de viviendas no crece a nivel nacional. En Medellín, este sector está en auge. Buscamos que cumplan con los requisitos exigidos y apoyaremos a quienes lo hagan”, concluyó González.

La seguridad continúa siendo una de las principales preocupaciones del sector turístico. Tras los acuerdos de paz, varias regiones previamente afectadas por el conflicto armado se han abierto al turismo, ofreciendo nuevas oportunidades para el desarrollo local. No obstante, la reciente escalada de violencia en algunas zonas ha generado inquietud en turistas y operadores turísticos. Voceros de diferentes sectores comparten su visión de este gran desafío que enfrenta el sector y el país: