Si para un profesor no era tarea fácil darse a entender y captar la atención de 30 estudiantes en un salón de clase, hacerlo mediante la virtualidad o incluso tratar de enseñar únicamente con guías físicas parece una tarea casi imposible.
Pero debido a la pandemia, durante el último año la inmensa mayoría de los 10 millones de estudiantes de educación básica y media de Colombia no ha tenido clases presenciales. Solo una pequeña fracción está regresando a las aulas mediante el modelo de alternancia. Esta situación ha generado que muchos expertos en educación alerten sobre una crisis en el aprendizaje y la calidad educativa.
Una manera de medir el avance o retroceso en la calidad del sistema educativo es mediante las pruebas de Estado que realiza el Icfes. Cada año, cientos de miles de bachilleres deben tomar la prueba Saber 11 como requisito de grado y de ingreso a la educación superior. Allí se evalúan las competencias de los estudiantes en matemáticas, lectura crítica, ciencias naturales, sociales y ciudadanas e inglés.
A pesar de las restricciones para evitar la propagación del coronavirus, el año pasado cerca de 518.000 estudiantes presentaron las pruebas Saber 11 de manera presencial. ¿Los resultados? Igual de regulares que los que se venían presentando en los últimos tres años, cuando los alumnos asistían normalmente a las instituciones educativas.
En 2020, el puntaje promedio global en el país para calendario B fue de 309 y para calendario A de 248, sobre 500 puntos máximos. Estos resultados corresponden a 11.068 sedes educativas de calendario A y 337 de B. Es decir, los estudiantes del primer grupo, en el cual estudian más de 75 por ciento de estudiantes en el país, no obtienen ni siquiera la mitad del puntaje posible.
En 2019, la media del puntaje nacional de los 567.000 estudiantes que presentaron las pruebas fue de 248, mientras que en 2018 el promedio de respuestas correctas fue de 252.
En cuanto al rendimiento por materias, en 2020 la prueba con el promedio más alto es lectura crítica, con 52,2 sobre un máximo puntaje de 100. La de menor promedio es inglés, con 46,9; seguido de sociales y ciudadanas, con 48 puntos sobre 100. En calendario B, la prueba con el promedio más alto es inglés, con 71,3; seguida de matemáticas, con 62,9, y la de menor promedio es sociales y ciudadanas, con 59,1 puntos sobre 100.
Varios informes dan cuenta de que Colombia venía atravesando una crisis de calidad en la educación desde antes de la pandemia.
El primer informe del Observatorio de Realidades Educativas, creado por ProPacífico y la Universidad Icesi, analizó los niveles de desempeño de las cinco principales ciudades del país en las pruebas Saber 11 en estas mismas materias. El resultado general del informe es preocupante y ratifica el mal rendimiento de los estudiantes colombianos en las pasadas pruebas Pisa. Solo 18,2 por ciento de los jóvenes colombianos logra desarrollar adecuadamente las cuatro competencias de las pruebas Saber 11. Los resultados se obtuvieron luego de analizar la totalidad de las pruebas Saber 11 en las cinco principales ciudades: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga.
Esta situación representa un retroceso a nivel nacional, ya que en 2016 el porcentaje de estudiantes que lograron desarrollar adecuadamente las cuatro competencias era de 24,9 por ciento, lo que significa una reducción en 6,7 puntos porcentuales.
“Esto permite concluir que uno de los mayores retos del país de cara a la pospandemia, además de la reactivación económica y del empleo, deberá ser, sin duda alguna, la mejoría en la calidad de la educación. El reto será aún mayor si tenemos en cuenta los efectos de la virtualidad y la alternancia que están viviendo la mayoría de niños, niñas y jóvenes del país y de la región Pacífico por cuenta de la pandemia”, señaló María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico.
El panorama no es alentador, más si se tiene en cuenta que Colombia no puede permitirse otro descalabro como el de la edición pasada de las pruebas que se realizaron en 2018, cuando alrededor de 9.000 estudiantes de colegios públicos y privados de todo el país tomaron la prueba en representación de Colombia, obteniendo como resultado un retroceso en el rendimiento, dado que se desmejoró en dos de las tres áreas evaluadas (ver gráfico).
Las pruebas Saber 11 son un buen termómetro de qué tan preparados están los estudiantes para las pruebas internacionales. Pero las cifras que muestran los estudios sobre la evolución de los alumnos en los exámenes de Estado no vaticinan nada bueno.
Colombia en las pruebas Pisa
El país ha participado en cinco ediciones de las pruebas Pisa, que se hacen cada tres años. Desde 2006 y hasta 2015, Colombia venía mejorando en estas pruebas internacionales que evalúan lectura crítica, matemáticas y ciencias.
En las últimas pruebas (presentadas en 2018 y cuyos resultados se publicaron hace poco más de un año) había gran expectativa dado que Colombia finalmente entraría al llamado grupo de países ricos. Sin embargo, hubo un retroceso y el país quedó como el de peor rendimiento de la Ocde. Para ese año participaron 79 países, 37 son miembros de la Ocde (incluido Colombia) y el resto son colaboradores de la organización. Los resultados del país equiparan a los obtenidos por otros no miembros como Albania, Macedonia del Norte y Catar.
Para 2015, Colombia obtuvo 425 puntos en la prueba de lectura, sin embargo, para la más reciente edición, se evidenció un retroceso importante al obtener 412 puntos, mientras que el promedio Ocde es de 487 puntos.
En el caso del área de ciencias, en la prueba de 2015 el país tuvo una mejora sustancial, al pasar de una calificación de 399 en 2012 a 416. Los resultados de 2018 muestran que el país no pudo mantener ese ritmo de mejora y, por el contrario, bajó su calificación a 413 puntos, lejos del promedio Ocde, que es de 489 puntos.
En matemáticas, los estudiantes colombianos obtuvieron un puntaje promedio de 391, una leve mejora frente a los 390 puntos obtenidos en 2015, pero aún alejados del promedio de los otros países Ocde, que es de 489 puntos.
Aunque las próximas pruebas Pisa debían presentarse a mediados de 2021, por el cierre de colegios la Ocde determinó aplazar la prueba un año. No obstante, las tendencias de las pruebas de Estado en los últimos años, sumadas a las dificultades que se dan por el cierre prolongado de escuelas, hacen prever que la brecha entre Colombia y los otros países de la Ocde se mantendrá.