Haber sobrevivido a las cuarentenas y al duro paro de mayo pasado no solo muestra la fortaleza de las empresas colombianas, sino su apuesta por el largo plazo y por ser realmente opciones de empleo y de desarrollo. Esa resiliencia se hace evidente en el ranking anual que realiza Dinero de las 1.000 pymes más grandes del país medidas por sus ventas.
Este grupo registró un descenso de 4 por ciento en los ingresos de 2020 y de 5,3 por ciento en las utilidades, pero vale la pena aclarar que muchas empresas de mayor tamaño cayeron el año pasado a la categoría de pymes por cuenta de los efectos de la pandemia, lo que distorsiona un poco los promedios.
Según el decreto 957 de 2019, una empresa mediana es la que factura, a precios de hoy, entre 4.790 millones y 78.450 millones de pesos, y una pequeña entre 855 millones y 4.790 millones de pesos, las micro están por debajo de esos rangos.
Cifras del Dane indican que en el tercer trimestre de 2020, cuando se sintió el peor coletazo de la pandemia, el país registró 5,03 millones de micronegocios. Ese dato fue mejorando hasta el primer trimestre de 2021, cuando llegó a 5,7 millones, pero en el segundo trimestre de este año, por cuenta del paro, bajó a 5,4 millones.
Se estima que actualmente en el país hay 5,55 millones de mipymes y 2.000 compañías grandes, medidas por el estándar de ventas que estableció la ley, pero en los rankings de Dinero se clasifica como grandes a las que vendieron más de 28.000 millones de pesos en 2020, y las que quedan por debajo de ese rango y hasta 21.943 millones son las que se consideran las pymes de mayor tamaño.
Entre las 1.000 más grandes, el grupo más representativo es el del sector comercio, con 348 pymes, seguido de servicios, con 272. Pero fueron las empresas de hidrocarburos y servicios petroleros las que tuvieron la mayor caída de ingresos (37,4 por ciento), no en vano el año pasado el crudo alcanzó a registrar precios negativos. Solo las pymes dedicadas al agro y a las actividades TIC lograron aumentar sus ventas (6,9 y 6,3 por ciento, respectivamente).
Del grupo total, únicamente 106 registraron pérdidas y las ganancias promedio fueron de 1.421 millones de pesos.
Cambio de mentalidad
Sin bien con el cambio de año y la reapertura de los diversos sectores, las pymes sobrevivientes del coronavirus y del paro han podido recuperar tracción, lo cierto es que para continuar subsistiendo no solo se requiere músculo financiero y capacidad de aguante, sino también un cambio de mentalidad. Así como las personas ahora tienen que hacer su vida con tapabocas y distancia social, las empresas de todo tamaño deben ser conscientes de que el teletrabajo y la digitalización ya no son la excepción, sino la regla.
En ese frente tienen ventaja las firmas más grandes, que llevaban varios años intentando digitalizarse y que además cuentan con los recursos para hacerlo. Las pymes, aunque están rezagadas, también cuentan con mayor flexibilidad para crecer en ese aspecto.
Según la Gran Encuesta Pyme de Anif, con datos al segundo semestre de 2020, más del 65 por ciento de estas empresas implementaron recursos y canales digitales para continuar con su operación. En particular, las empresas medianas del sector comercio fueron las que más usaron estas herramientas y cerca de un tercio de las compañías encuestadas por Anif manifestó haber sufrido una transformación en el aspecto digital a causa de la nueva normalidad.
Las herramientas tecnológicas más frecuentes son las plataformas para comprar insumos o vender productos, así como la entrega de productos de forma digitalizada. Los servicios en la nube, aquellos que de forma online ofrecen almacenamiento de datos, procesador de texto, cómputo e inteligencia artificial son más usados por las pymes de comercio y servicios que por las industriales. Sin embargo, las compañías usuarias de los servicios en la nube los utilizan más para temas internos que para impulsar sus ventas.
Los expertos de Anif señalan también que son más propensas a usar los servicios en la nube aquellas pymes que tienen relaciones con las cámaras de comercio, gremios, alcaldías y entidades del Gobierno nacional.
A integrarse
Además de la digitalización, otra estrategia para la reactivación de las pymes, según un análisis de Acopi, el gremio del sector, consiste en robustecer los clústeres e intentar sustituir importaciones. Para esto, recomiendan un fortalecimiento de las compras públicas de productos nacionales. El Estado es el principal contratante del país, con compras que representan aproximadamente 13 por ciento del PIB. “Es importante que a través de la agencia Colombia Compra Eficiente se lidere el diseño de mecanismos para que los entes territoriales e instituciones del Estado cuenten con un guía que brinde un marco jurídico y procedimientos para articular a los clústeres mediante programas de desarrollo de proveedores”, sostiene el estudio de Acopi.
Igualmente, recomiendan determinar la viabilidad de desarrollar clústeres transregionales para promover la especialización de las cadenas a nivel nacional y de Latinoamérica. La idea sería aprovechar las iniciativas de cooperación regional como la Alianza del Pacífico y la CAN. Con esto sería posible participar en compras públicas internacionales. “Así se podría lograr la inserción de las pymes colombianas a las cadenas globales de valor, que en últimas debe ser el objetivo superior para consolidar la recuperación económica pospandemia”, insisten en Acopi.
Con la llegada de la covid-19 y de un malestar social que no se corregirá en el corto plazo, el país entró en una nueva época para hacer empresa, que no necesariamente es más difícil, pero sí diferente. “No estamos en una era de cambios, sino en un cambio de era caracterizado por la digitalización de prácticamente todo lo que nos rodea”, dice el especialista en negocios digitales Emérito Martínez, y las pymes colombianas de todos los tamaños no pueden ser ajenas a esa nueva realidad.
Tres oportunidades para disminuir barreras digitales
La Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, que hace poco estrenó la plataforma YaEstoyOnline.co para enseñar sobre la implementación de este canal, identificó tres temas claves para que las pymes puedan consolidar su actividad digital.
1. Brechas de acceso. Para aprovechar el comercio electrónico, los emprendimientos deben superar barreras de conectividad, así como mejorar su inclusión financiera.
2. Capacitación. Los pequeños y los medianos comercios necesitan formarse en logística, manejo de inventario, servicio al cliente, contabilidad y tributación.
3. Comercio transfronterizo. Según ProColombia, solo 14 por ciento de las pymes han exportado. Con canales digitales es más fácil llegar a mercados externos.
Metodología del ranking
Medir los resultados financieros de las empresas es una constante en la revista Dinero. De un listado inicial de las 5.000 más grandes del país, el estudio se amplió a las 1.000 siguientes, que son clasificadas como Pymes, debido a que sus ventas anuales no superan los 78.000 millones de pesos, que es límite establecido por ley para ser considerada en esa categoría.
No obstante, en este ranking se incluyeron empresas que vendieron entre 21.943 millones de pesos y 27.881 millones en 2020. Estas fueron clasificadas por el sector económico al que pertenecen y las fuentes de información, al igual que en el listado de las 5.000 más grandes, son las superintendencias de Sociedades, Salud, Subsidio Familiar, Servicios Públicos y Solidaria, así como la Contaduría General de la Nación y la Cámara de Comercio de Bogotá.
El elemento determinante para ser incluido y clasificado en el ranking son los ingresos operacionales netos, que es la manera como se denomina a las ventas bajo las Normas Internacionales de Información Financiera. Así mismo, se incluye su variación como indicador del desempeño de cada compañía.
Se publica también el nivel de activos, dato que ayuda a dar cuenta sobre el tamaño de la empresa y, en el caso de los que son muy elevados, son una señal de que una compañía que antes estaba en el grupo de las más grandes, ahora pasó al de Pymes.
Otro dato importante son las utilidades y su variación, así como el indicador de utilidad sobre patrimonio (Return on Equity, ROE por sus siglas en inglés), el cual sirve para evaluar la capacidad de generar beneficios de una empresa a partir de la inversión realizada por sus accionistas.
Una radiografía financiera de las mayores Pymes del país al cierre de 2020 y de cara a 2021