Por ser un territorio con una gran densidad poblacional y un refugio al que durante años han llegado desplazados de todos los rincones del país y recientemente también venezolanos, el municipio de Soacha ha tenido que sortear enormes desafíos no solo asociados a temas de gobernabilidad, también a indicadores esenciales para garantizar una vida digna a sus habitantes. El esfuerzo dio frutos y hoy es un lugar muy diferente.
Para empezar, el desempleo ha venido cayendo. Según el Dane, el municipio pasó del 23 al 13 por ciento entre 2020 y 2022. De hecho, este año está cerrando con el 62,1 por ciento de personas empleadas, con lo que supera el promedio nacional (56,5 por ciento) y el de las 13 principales ciudades del país (58,8 por ciento). Esto significa que más de 30.000 personas lograron conseguir empleo gracias a un trabajo articulado entre la administración municipal y la empresa privada, especialmente en sectores como comercio, manufactura, educación y servicios.
“Somos una de las poblaciones más pujantes de Colombia y lo hemos venido demostrando en todas las cifras: hoy tenemos menores tasas de mortalidad, reducciones importantes en los principales delitos, más empleo y menos hambre. Eso es porque somos gente pujante, tanto los nacidos en Soacha como los que llegamos desplazados de todo el país, porque aquí no llegaron los flojos, llegaron los más berracos, los que estaban cansados de sufrir y vinieron a buscar un mejor futuro”, aseguró Juan Carlos Saldarriaga, alcalde de Soacha.
El municipio también realizó una importante gestión para el saneamiento fiscal y de gestión presupuestal, que le permitió convertirse en la sexta ciudad con mejores ingresos del país. Esto fue posible a través de la modificación del estatuto tributario y su certificación como el primer municipio avalado por el Instituto Agustín Codazzi para ser gestor catastral y actualizar las tarifas del impuesto predial.
Gracias a ello, la Alcaldía municipal tuvo más recursos para invertir en infraestructura, educación, desarrollo social, salud, movilidad, seguridad y sostenibilidad ambiental, entre otros sectores. Solo en obras, la inversión asciende a cerca de 500.000 millones de pesos, entre escenarios deportivos, recuperación de la malla vial y construcción de nuevas vías, un nuevo hospital de tercer nivel, una nueva sede administrativa de gobierno, una sala tecnológica de seguridad y dos nuevos colegios.
La ciudad también ha liderado procesos que buscan empoderar a la comunidad para que sean sus propios habitantes quienes jalonen el progreso. Uno de ellos es ‘Eliminando la Huella del Barro’, a través del cual se intervinieron más de 60 cuadras y 50 kilómetros de tubería de la comuna 4. Esta iniciativa fue reconocida con el premio ‘Superación de la Pobreza 2022′, entregado por Colombia Líder y otras entidades aliadas.
A lo anterior se han sumado los refuerzos al Programa de Alimentación Escolar, los programas de educación terciaria y bilingüismo, los bonos de alimentación para población adulta mayor y en condición de discapacidad, y medidas implementadas para mejorar la movilidad como el pico y placa los fines de semana o la restricción de carga en horas pico han beneficiado y mejorado la calidad de vida de cientos de miles de soachunos.
Lo cierto es que hoy Soacha tiene otra cara. Aunque aún hay desafíos enormes, es una ciudad cada vez más segura con espacios para la cultura, el turismo, el entretenimiento, la música y el deporte.