Por María Fernanda Quiñones Zapata. *
El comercio electrónico en Colombia cerró el 2022 con cifras positivas, muestra de una mayor confianza de los usuarios en las transacciones digitales y de la indudable contribución del comercio digital a la sociedad colombiana, que va desde ganancias en competitividad, eficiencia y productividad; hasta el apoyo que brinda al despliegue de la economía popular y asociativa en el país y el surgimiento de nuevos e innovadores emprendimientos.
En 2021, con la reapertura de los establecimientos físicos luego de la pandemia, parte de las transacciones que se habían trasladado al comercio electrónico regresaron al comercio tradicional. Sin embargo, el ecommerce ha mantenido su impulso y crecimiento desde entonces.
En promedio, las ventas de comercio electrónico en 2022 crecieron a una tasa mensual de 2,6 por ciento.
En relación con el ticket promedio, es decir, el valor promedio de consumo de los usuarios de comercio electrónico, a inicios de 2022 se situó en 151.815 pesos, continuando con la tendencia creciente que se observaba desde el último trimestre del 2021 y que se agravó durante el 2022 por cuenta de los fenómenos inflacionarios que experimentaron Colombia y el mundo. Esto llevó a que cerrara el año con un ticket promedio que rondaba los 185.000 pesos.
En los meses en los que se realizaron los días sin IVA, las tasas de crecimiento mensuales del ticket superaron el 10 y 16 por ciento en marzo y junio, respectivamente, evidenciando que en estas fechas los colombianos utilizaron las exenciones tributarias para realizar compras de bienes de mayor valor.
Estas cifras dan cuenta de la expansión del comercio digital en el país, pues tenemos un mayor uso del canal digital para vender y una creciente preferencia por muchos para comprar.
A pesar de la reapertura prácticamente total del canal físico, las ventas en línea mantienen su impulso y esto se debe a la apropiación del canal digital en los hábitos de consumo cotidianos de los colombianos. Todo parece indicar que el tránsito hacia lo digital se ha capitalizado en dinámicas sostenibles en el tiempo.
Trabajar en todo lo anterior impulsará, aún más, el crecimiento sostenido de la industria ecommerce y traerá más beneficios a toda la sociedad: mayor acceso a mercados, diversificación de la canasta exportadora y un tejido productivo más eficiente y competitivo.
La creencia de que el ecommerce es apenas un canal de ventas complementario al canal físico ha trascendido. Hoy, el comercio electrónico es un importante motor de crecimiento económico para el país, un canal con diversas oportunidades para la economía nacional y global que se traduce en mayor empleo, desarrollo de nuevos modelos de negocio y adopción de tendencias de consumo y comercialización.
Un ejemplo de su expansión es el comercio electrónico transfronterizo, que se refiere a la producción, comercialización, venta o entrega, efectuada a través de medios electrónicos, de bienes y servicios entre dos agentes que están ubicados en diferentes territorios aduaneros. Aunque no es usualmente explorado como un canal de exportación, tiene gran potencial. Por supuesto, para impulsarlo se debe trabajar en dos puntos clave: regulación para fortalecer esta modalidad de comercio y estrategias para mejorar la confianza de cada uno de los agentes participantes en estas operaciones electrónicas transfronterizas.
De acuerdo con el Banco de la República, la economía del país cerrará el 2023 con un crecimiento del 0,2 por ciento, como resultado de la disminución en el consumo de los hogares debido a las condiciones financieras, los altos niveles de inflación y el creciente grado de incertidumbre producto de las tensiones políticas globales, el cambio en las tasas de interés internacionales y los impactos de las reformas que ha anunciado el Gobierno.
Teniendo en cuenta este panorama, desde la CCCE proyectamos que las ventas no presentes de bienes y servicios en el país crecerán un 14 por ciento en 2023 respecto a 2022.
Sin duda, este año traerá nuevos retos y logros para el comercio electrónico, nuevas oportunidades para que la industria avance y más jugadores en el mercado para hacer de la digitalización una prioridad.
*Presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.