En una ciudad sofocante como Bogotá abundan las razones para vivir en un sector de fácil acceso, zonas verdes amplias, buenos vecinos y tranquilo. Son estos elementos los que han encumbrado a El Chicó, situándolo como un barrio predilecto entre las personas de gustos refinados. La preferencia es tal que actualmente existen 20 proyectos de construcción de edificios de acuerdo con Jaime Rodríguez Azuero, de la Sociedad de Mejoras Públicas y Ornato de Bogotá. Todos los que vienen en camino tienen acabados de lujo pero ninguno como Torres de la Sierra, de Escalar Ltda., que reúne lo necesario para vivir cómodamente y sin preocupaciones. Los apartamentos van desde 350 hasta 600 metros cuadrados, en cada uno el hall de entrada lleva a amplias zonas sociales con grandes ventanales que permiten disfrutar de la vista hacia los cerros y la ciudad. Vivir en Torres de la Sierra es como tener un club en casa: cancha de squash, jacuzzi, sauna, turco, gimnasio, salón comunal y piscina de 25 metros. Esto evita más de un trancón ya que no es necesario trasladarse de la casa al club y de vuelta. En materia de seguridad, Torres de la Sierra cuenta con la asesoría de firmas especializadas en el tema. Doble control de acceso, circuito cerrado de vigilancia y la estructura de media luna de las torres que facilita la visibilidad son algunas de las recomendaciones que se siguieron. El proyecto está situado sobre la calle 94 entre carreras 7A y 9ª y ocupa 95 metros de frente por 36 de fondo. El diseño resultó de un consorcio entre Escalar Ltda. y José Pablo Sanint. Son 24 apartamentos repartidos en dos torres de siete pisos con balcones sobre la calle 94 y vista panorámica hacia los cerros o la ciudad. La construcción empezará a finales de esta temporada y esperan terminar en dos años. Los apartamentos los entregan en obra gris para que así los compradores decoren de acuedo con sus gustos. Pero eso no es todo. Los promotores del proyecto están de acuerdo al afirmar que "Torres de la Sierra marcará la pauta en un nuevo concepto urbanístico y ecológico". Héctor Uribe, de Escalar Ltda., considera que "el diseño está pensado de muros para adentro y para afuera y tiene la intención de recuperar la arquitectura con un modelo vigente para que no pase de moda". Sergio Rodríguez Restrepo, otro de los promotores, recalca el factor ecológico. El hecho de que las torres estén retiradas 15 metros de la calzada permitirá el cultivo de una amplia zona verde que se conectará ambientalmente al separador de la calle 94 y el parque. Esto situará al proyecto en medio de la zona más tranquila y verde del sector. Espacios amplios, aire libre y vistas sin fin son algunas razones de peso para querer vivir en Torres de la Sierra, porque en una ciudad tan asfixiante como Bogotá estos elementos ayudan a no volverse loco. Le puede interesar: Atentados del 11 de septiembre, dieciocho años después