Vicky Colbert, tras hacer sus posgrados en Sociología y Educación en la Universidad de Stanford, regresó a Colombia convencida de que la educación básica es la piedra angular del desarrollo. Y puso en marcha una verdadera revolución educativa en el país que, para muchos, es la innovación más grande de los últimos cien años en ese campo: Escuela Nueva.Se trata de un modelo pedagógico creado hace más de 25 años y que, además de transformar el aprendizaje convencional, la formación docente, el ambiente escolar y las relaciones escuela-comunidad, se convirtió en un producto de exportación que ha inspirado reformas en el nivel mundial. Y también ha hecho que su creadora sea distinguida con, por ejemplo, con el Premio Mujer de Éxito de la Fundación Mujeres de Éxito, con las Medallas Francisco de Paula Santander y Camilo Torres para la Educación, del Ministerio de Educación, y con la escogencia del Papa Juan Pablo II como Asesora de Programas Sociales del Consejo del Vaticano Cor Unum.Todo empezó en 1975. El panorama de la educación en Colombia era similar al del resto de Latinoamérica: bajo rendimiento académico, escolaridad incompleta, altas tasas de repetición y deserción, currículos irrelevantes y carencia de materiales. Entonces Vicky se dio a la tarea de enfrentar esto y, junto a su gran aliado, el profesor Óscar Mogollón, inició el trabajo conjunto de construcción colectiva y participativa con maestros y escuelas que, desde ese momento, coherentemente con su intención, se llamó Escuela Nueva.Durante ocho años viajó por el país liderando la puesta en marcha del proyecto. No hablaba del cambio sino que, por el contrario, hacía todo lo posible porque éste se diera: concretó, por ejemplo, las ideas renovadoras de las pedagogías activas de comienzos del siglo XX que habían llegado a los colegios de elite, pero no a los de bajos recursos.Así, Vicky contribuyó con el desarrollo del potencial humano de la niñez más vulnerable, a partir de esa innovación local que se convirtió en política nacional en los 80, cuando se implementó en la mayoría de las escuelas rurales del país. Sus estrategias también se han aplicado en escuelas urbanas y, recientemente, en la educación de la niñez en desplazamiento, con resultados exitosos. Aun más, tanto en Colombia como en otros países, investigaciones sobre la incidencia de Escuela Nueva en el comportamiento democrático y de convivencia en niños han demostrado que sí hay significativos resultados en la formación de dichos comportamientos, en comparación con escuelas convencionales. Y todo esto logrado por una mujer perseverante que tuvo la capacidad de vencer obstáculos para sacar adelante un sueño. El sueño que la llevó también a ser Viceministra de Educación, Asesora Regional en Educación de Unicef para LAC y, ahora, directora de la Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente, ONG que creó para liderar la expansión del modelo a nuevos contextos y poblaciones y seguir revolucionando la educación en Colombia.*Pedagoga
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