La conciliación que se estaba buscando entre la familia del grafitero Diego Felipe Becerra y el conductor del bus Jorge Narváez, que pretendía que a este último se le retirara la acusación de falso testimonio, fracasó. Narváez había denunciado que había sido víctima de un atraco en el que supuestamente había participado Diego Felipe Becerra la noche en que murió (19 de agosto), pero después cambió su versión y aseguró que el asalto a su bus se había registrado el día anterior. El padrastro de Diego Felipe, Gustavo Trejos, aseguró que durante la diligencia de conciliación Narváez les pidió disculpas y les aseguró que se había equivocado. Sin embargo, para la familia no es suficiente. “Reiteradamente nos dijo que él no estaba seguro de que mi hijo estaba en la buseta, pero una vez hecho el daño que le hizo a la imagen de Diego Felipe y a nosotros como familia no es el momento de dar disculpas, porque él lo que tiene que contar es la verdad”, le dijo Trejos al canal City TV. Además, Trejos insistió en que todavía es raro que Narváez hubiera sido escoltado por “el asesor de prensa y carros de la Sijín” cuando se dirigió a varios medios a dar su testimonio sobre el asalto.