El teatro de calle ha existido por muchos años, casi se puede decir que es la presentación original de este arte. Hoy por hoy conserva su esencia: un grupo de personas que se toma el espacio público, ya sea un parque, una plaza o un centro comercial, y comienzan a actuar. Este teatro representa una forma de llegar a aquellos lugres donde es difícil acceder al teatro, ya sea por falta de salas o de dinero. Desde sus inicios, el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá ha dejado un espacio en su programación para el teatro de calle.  Daniel Castro es el director de la compañía Tercer Acto, quienes desde el 2005, con su primera obra Las Criadas, sabían que la principal motivación para seguir creciendo era el gusto y la motivación por hacer que el teatro llegara a más personas. En un principio estaban conformados por un grupo de jóvenes con habilidad para los zancos. Después incursionaron con el teatro y la danza.Que este tipo de teatro salga adelante no es tarea fácil. Para Daniel, lo que los mantiene con vida es la pasión por lo que hacen. Muchos de los integrantes de la compañía tienen un trabajo paralelo a este y así se sostienen económicamente. Cabe  agregar que los últimos años han recibido apoyo del Estado, lo que les ha permitido hacer un trabajo investigativo más profundo, más profesional. Así la voz, el vestuario y la puesta en escena son producto de un trabajo más comprometido.En palabras de Daniel: “la ventaja del teatro de calle es que puede presentarse en cualquier lugar, incluso a zonas del país que nunca han visto teatro, porque finalmente el teatro de calle llega donde está la gente, luego se procede a montar la obra y luego, lo más difícil, atrapar al espectador.”Recuerda la oportunidad que tuvieron de viajar con una obra en zancos  a un lugar que no había presenciado algo parecido: “hace algunos años estuvimos en el Catatumbo. Al momento de presentarnos había personas que no se explicaban como pasábamos de medir 3 metros a 1 metro con 50. ‘No, es que utilizamos unos aparatos que se llaman zancos que nos permiten crecer’. Y así empezamos a explicarle a las personas cómo funcionaba. También en el Pacífico y la costa atlántica, los niños quedan deslumbrados con esas cosas”.La compañía de Daniel participa por segunda vez con una obra de calle en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. Bicho de la luz, una adaptación de un cuento de la escritora argentina María Granata que comenzaron a trabajar hace cinco años como un ejercicio. Con el tiempo, universidades como la Pedagógica y la Distrital se han ido uniendo a esta forma de expresión, así el lenguaje callejero se une con la academia.Por otra parte, Camila Sánchez, fundadora junto a Nicolás Cifuentes de Nemcatacoa Teatro, agrega: “con el teatro de calle no se puede ganar mucho, hay que buscar otras formas de ingreso. En la agrupación algunos trabajan paralelamente en eventos, teatro de sala, foros o incluso proyectos en el exterior. El primer viaje que hicimos fue a Cuba y para lograrlo fue necesario trabajar varios meses para conseguir lo de los pasajes. Hacíamos funciones en semáforos y en parques. Algunas veces hemos tenido suerte y nos hemos ganado becas”.El grupo Nemcatacoa Teatro nació a finales del año 2000 en la localidad de Fontibón y, como la mayoría de estos grupos, surgió como un acto de rebeldía con el fin de llevar el arte a la calle. Ellos comenzaron con la exploración del uso de los zancos como instrumentos actorales, luego se enfocaron en el circo y la danza y actualmente están llevando todo esto a un nivel más actoral que acrobático. Ahora, 15 años después, lo siguen haciendo por las mismas razones.A lo largo de 16 años este grupo ha creado 12 montajes teatrales entre comparsas, obras de teatro, intervenciones del espacio y circo, hicieron parte de la Red Colombiana de Teatro en Comunidad y de la Ruta de Intercambio Teatral. En la actualidad forman parte del sector de Teatro de Calle de Bogotá de IDARTES y han realizado giras a nivel nacional e internacional a Cuba, Ecuador, México, Venezuela, Dinamarca, Alemania y Estados Unidos. Nemcatacoa hace presencia en el Festival con la presentación de Angelus, una obra basada en el libro Angelitos Empantanados del escritor caleño Andrés Caicedo.Si bien mantenerse en el tiempo y tener una estabilidad económica para un grupo que hace teatro de calle requiere mucho esfuerzo, viajar por el mundo con una obra de este formato implica otros retos. David Gaitán es uno de los directores del colectivo mexicano Teatro de Babel. Se presenta en Bogotá con La fábula de la cabra que quería pastar en los campos y de cómo encontró un pesebre y Perorata puberta, dos obras que hacen parte del formato Burbujas DramaFest: Muestrario callejero. Aunque la calle no es un formato que haya explorado mucho, dice que le gustaría seguir descubriéndolo.En palabras de David: “Lo que hace a esta obra tan atractiva es la capacidad que tiene de pensar la dualidad entre el espacio cerrado y el espacio abierto. Los actores están dentro de una burbuja y afuera hay una cantidad de personas observándolos. Cuando se presentó en una plaza de México se reunieron cerca de 200 personas”.

Burbujas drama Fest/ Foto: Cortesía FITBAunque el director dice que México es uno de los países que más ha apoyado la cultura,  en los últimos años Gaitán ha visto un recorte presupuestal a la misma. “Creo que este gobierno ha comunicado su falta de apoyo a la cultura, las compañías independientes están un poco ahogadas en la posibilidad de vivir del teatro. En México es muy complicado ver obras de teatro de calle que estén apoyados por el Estado”, agrega. Para que Burbujas Drama Fest llegara no solo al Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, sino a diferentes regiones de México tuvo que estar respaldada por el Drama Fest, un festival de dramaturgia de este país, que este año llega a su décimo segunda edición.Con el Festival Iberoamericano de Teatro se abre una puerta para que todo el mundo se acerque y sea testigo de las producciones nacionales e internacionales. México como país invitado de honor, a parte de las obras del Burbujas DramaFest, presenta a la compañía Luna Morena con Zaikocirco, un montaje que puede ser a la vez un circo, un musical o un cabaret callejero, con clowns, zanqueros, títeres humanos, titiriteros y banda de músicos.“La calle representa un nido de posibilidades, en medio de todas las dificultades, es un caldo de creatividad. Organizar un grupo de espectadores para que tenga una aventura estructurada en el espacio público, de entrada, ya es una batalla ganada. Después hay que combinar contenidos significativos porque muchas veces se cree que este tipo de teatro es precario o se sostiene solo desde la improvisación, nosotros quisimos darle más estructura a las obras”, comenta DanielLa oferta de teatro de calle en esta edición del FITB es amplia, los directores italianos Tiziana Barbiero y Caterina Scotti llegan a suelo bogotano con Sobre el lomo de la tortuga, una puesta en escena que explora las representaciones teatrales desde dos lados: oriente y occidente. Además, a parte de las obras colombianas de Tercer Acto y Nemcatacoa, por nombrar algunas, se encuentra la obra ganadora de dos becas del Ministerio de Cultura en 2014 y en 2015, el Corruptour, un recorrido a través del humor negro por varias estaciones de la corrupción de Bogotá. Y el Teatro R 101, por su parte, incluye en sus presentaciones de teatro de calle la obra El corazón del área. Encuentre aquí todas las obras de teatro de calle