Con el incesante desarrollo de la tecnología, el cáncer parece agazapado detrás de los nuevos productos, cada vez más cotidianos en la vida del hombre. Como quien dice, la liebre salta por donde menos se la espera. Hace algunos años, por ejemplo, recibió amplia publicidad un informe que establecía vínculos entre el cáncer de los pulmones y el asbesto, ese elemento incombustible que recibía mil usos, desde los abrigos de los bomberos hasta materiales de construcción.En el caso del asbesto, las investigaciones abarcaron la historia personal de trabajadores de las industrias que lo procesaban, historias que mostraban una marcada tendencia, entre otros, al cáncer del pulmón. Ante la evidencia, que sin embargo no ha dejado de sufrir contradicciones, la industria ha buscado recuperar los mercados perdidos por ese tropiezo, que por otra parte cualquiera tiene en la vida, y, para ello, le dio especial énfasis a la fibra de vidrio, que se puede usar como sustituto del asbesto en una amplia gama de posibilidades.Pero por este rincón volvió a saltar la liébre, pues recientes investigaciones están encontrando relación entre el uso de esa fibra sintética y varias clases de cáncer, entre los que está, naturalmente, el del pulmón.Los estudios, sin embargo, están lejos de haber llegado a una conclusión definitiva. Entre tanto, lo que parece ser cancerígeno, es decir, potencialmente productor de cáncer, no es la composición físicoquímica de la fibra, sino la fibra en si misma, su poder de penetración hasta los tejidos profundos del pulmón, donde al quedar permanentemente alojada, produce tumores en muchos casos malignos .El doctor Irving Selikoff, quien condujo parte de las investigaciones sobre el asbesto, dice que "la mayor pregunta que está por resolver, es el riesgo que corren los trabajadores que instalan los elementos hechos de fibra de vidrio, y los que trabajan en las fábricas que lo producen".Interés, cuánto valés Los industriales, quienes por su parte ya están ellos mismos patrocinando estudios para cuidarse en salud contra posibles demandas, dicen que la fibra de vidrio tiene características diferentes al asbesto, y que tiene mejores probabilidades de ser absorbido por el cuerpo antes de crear un tumor.La polémica continuará por unos años más, de acuerdo con la lentitud con que se deben desarrollar estas investigaciones. Pero todos los interesados ya están tomando partido: hay una organización, patéticamente llamada "Víctimas de la fibra de vidrio", que está tomando una agresiva actitud contra lo que considera un terrible flagelo. Pero su director, Richard Munson, es un hombre de negocios que mercadea una forma de aislamiento por celulosa, que compite precisamente por un mercado que le quedaría libre en caso de desaparecer la fibra de vidrio. Interés, cuánto valés. Pero lo que ni Munson ni nadie sabe es por dónde saltará la próxima vez el fantasma del cáncer, que por lo visto, quiere sitiar al hombre en sus más insospechados reductos.--