Invertir en una vivienda es un sueño que muchos colombianos que desean hacer realidad, pero la economía colombiana se encuentra en una fase de recuperación tras la caída del Producto Interno Bruto (PIB) que se registró en 2020 debido a la pandemia por covid-19.
Alba Zulay Cárdenas Escobar, profesora y directora de la Maestría en Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), dio a conocer cuál es la opción adecuada de financiamiento para comprar casa, teniendo en cuenta las necesidades y la capacidad de pago de cada persona.
Por un lado, Cárdenas explicó que “el crédito hipotecario consiste en un préstamo que se utiliza para adquirir un bien inmueble, que se paga en cuotas periódicas mensuales donde el comprador se convierte en propietario de la vivienda desde el momento de la compra”.
Es clave
En tal sentido, este tipo de préstamo está pensado para las personas que están seguras de querer quedarse con el inmueble. Además, este producto financiero es ideal para aquellas que tengan un ahorro correspondiente al 30% de la vivienda que desea comprar, ya que este financia hasta el 70% del valor de la misma.
De igual forma, también está diseñado para las personas que necesitan pagar cuotas bajas, ya que este crédito se puede saldar hasta en un plazo de treinta años.
Adicionalmente, el préstamo puede ser utilizado para financiar viviendas de interés prioritario (VIP) o de interés social (VIS), e incluso, otro tipo de inmuebles a tasa fija o indexada a la Unidad de Valor Real - UVR, cuyo cálculo está ligado a la inflación, lo que en estos tiempos merece un análisis cuidadoso.
Con leasing
Por otra parte, la experta señala que “el leasing habitacional funciona como un contrato de arrendamiento con opción de compra, donde el arrendatario (comprador) paga una cuota mensual por el uso del bien inmueble durante un período determinado. Al final del plazo (entre cinco y veinte años), este puede ejercer la opción de adquirir el bien a un precio previamente acordado, cederlo a otra persona o dejarlo al banco”.
Este tipo de crédito funciona para las personas que no están seguras de querer quedarse con el inmueble. Además, es ideal para aquellas que desean comprar un inmueble no VIS y que no tienen un ahorro grande y que, por lo tanto, necesitan financiar hasta el 90% de la cuota inicial de su vivienda.
Además, el leasing habitacional también es ideal para las personas que no cuentan con recursos adicionales para el pago de impuestos, ya que las cuotas periódicas mensuales se pueden deducir de los impuestos a la renta.
Hay que tener en cuenta que como en esta modalidad el inmueble es propiedad de la entidad financiera hasta terminar el contrato, este no hace parte del patrimonio de la persona y por ende tampoco se debe incluir en la declaración de renta.
La experta explica que “en tiempos de altas tasas de interés, en lugar de endeudarse lo mejor es pagar las deudas existentes y bajar pasivos”, sin embargo, también señala que la decisión de adquirir un crédito para comprar una vivienda depende de la situación financiera de cada persona.
Es importante que se evalúen las necesidades y preferencias, por ejemplo, el leasing habitacional puede ser una buena opción si se busca una mayor flexibilidad en el pago de las cuotas periódicas, mientras que el crédito hipotecario puede ser una mejor elección si lo que se busca es una tasa de interés fija y plazos de pago más largos, entre otros.