Debido a los costos y a la inflación, muchas personas lo piensan dos veces antes de comprar una vivienda y “ya que la inflación es superior al 13% y las tasas de interés se elevaron tanto, el arrendamiento se convierte en una estrategia útil que deberían tener en cuenta la mayoría de personas que están vendiendo su inmueble.

Así lo dio a conocer Laura Camargo, CEO de Brikss, quien agregó que “al pasar de la venta al arriendo se cubren gastos como los de los servicios públicos, los impuestos, la administración y se rentabiliza el espacio mientras la situación macroeconómica se normaliza”.

Destacó que hay que tener en cuenta que más del 35% de las viviendas en el país están alquiladas, lo que representa una cifra aproximada a 17 millones de personas, un dato positivo que genera que el mercado de los arriendos ascienda a $27,12 billones cada año, de acuerdo con datos de Federación Colombiana de Lonjas de propiedad Raíz (Fedelonjas).

Es normal que el contrato de arrendamiento suele hacerse mínimo a un año, se puede consensuar la duración del inquilino por menos tiempo, un hecho que le servirá si los planes aún son el poder vender el inmueble en pocos años. | Foto: Getty

Además, según Camargo, el arriendo es una “renta recurrente y estable, que ofrece un amplio espectro de clientes, con diferentes posibilidades de negocio, por lo que se convierte en una estrategia ganadora para el 2023″.

La zona y el estado

La experta aconseja que hay que entender muy bien cuánto es el promedio del valor de arriendo de la zona en donde está ubicado el inmueble, para así establecer el espectro de clientes y generar una oferta competitiva.

Aseveró que “es necesario comprender que, si bien el valor en la zona o la región puede no ser lo que se espera, es preferible aceptarla, pues tener uno o dos meses sin arriendo genera mayores gastos. Por lo tanto, siempre será mejor arrendar por un canon menor pero más rápido, que por uno mayor y más demorado”.

La inversión en finca raíz a pesar de los altos índices de inflación es una gran oportunidad para mantener una buena estabilidad económica y para cuidar las finanzas en tiempos difíciles. | Foto: GUILLERMO TORRES

De igual forma, según Camargo, es importante que tenga en cuenta como entrega el inmueble, ya que puede sufrir daños por parte del arrendatario en el corto o mediano plazo. Para esto, es importante identificar las condiciones de cada espacio, para que la vivienda sea devuelta en óptimas condiciones.

Además, aunque es normal que el contrato de arrendamiento suele hacerse mínimo a un año, se puede consensuar la duración del inquilino por menos tiempo, un hecho que le servirá si los planes aún son el poder vender el inmueble en pocos años.

También aconsejó tener asesoría para el tema de contratación, y también, aprovechar las nuevas tecnologías para agilizar el proceso de ocupación del inmueble, pues “el desarrollo digital hace que los clientes, y sobre todo los extranjeros, tomen decisiones más rápidas e informadas, con lo que aumenta la tasa de renta”.

Estabilidad económica

Por su parte, Susana Peláez, gerente general de Cusezar, aseveró que “la inversión en finca raíz a pesar de los altos índices de inflación es una gran oportunidad para mantener una buena estabilidad económica y para cuidar las finanzas en tiempos difíciles”.

Hay que entender muy bien cuánto es el promedio del valor de arriendo de la zona en donde está ubicado el inmueble, para así establecer el espectro de clientes y generar una oferta competitiva. | Foto: iStock

Según la ejecutiva, “si hoy los colombianos invierten en finca raíz están garantizando que su dinero no pierda valor, porque el costo del inmueble seguirá creciendo con la inflación, lo cual los lleva a estar protegidos”.

Según Inteligencia de Negocios, los aumentos en la inflación generan presiones sobre la canasta de productos que consumen los colombianos de manera cotidiana, razón por la que las inversiones en activos fijos es una forma natural de protegerse e incluso de beneficiarse de estos efectos.

Aquellos agentes que han invertido en bienes y servicios cuya retribución está asociada precisamente al nivel de inflación (como los arriendos), han visto impactada positivamente sus tasas de retorno, debido a que aumenta el valor que reciben por sus inversiones mientras sus costos de deuda (intereses) se mantienen fijos.