Siempre que se buscan estrategias para gestionar adecuadamente las finanzas personales, la recomendación más común, y en la que están de acuerdo la mayoría de los gurús en el tema, es el ahorro.
Los métodos y fórmulas para lograr establecer el hábito del ahorro abundan en internet: que se debe destinar el 30% del salario para este fin, que se puede contar con un dinero extra al reducir los gastos o que se proyecte un ahorro de acuerdo con la edad, son apenas algunas de las técnicas que se comparten en los portales sobre el tema.
Pero, al final, uno de los detalles que genera inquietud entre las personas es qué tan limitante puede ser mantener una cultura del ahorro, teniendo en cuenta que existen gastos obligatorios, como la vivienda y la alimentación, y otros gastos personales o intereses, que no se quisieran hacer a un lado.
No obstante, hay formas para equilibrar el ahorro y los gastos, sin que necesariamente implique restringirse de disfrutar el dinero, toda vez que es el fruto del trabajo de la persona.
De acuerdo con el portal de finanzas personales Oink Oink, la manera óptima para encontrar un balance entre el ahorro y los gastos es ser consciente de cuál es el objetivo a futuro y determinar cuántos recursos se debe contar para ello. Por otra parte, se debe definir el monto que se puede emplear mientras se acerca a dicho objetivo.
Para ello puede ser de gran utilidad contar con un presupuesto, en este se debe especificar cuál es el porcentaje de los ingresos que se necesitan para vivir bien, esto incluye los rubros de gastos básicos, pero además un monto para destinar a fines de entretenimiento u ocio.
Esto último quiere decir que dentro del plan financiero del mes se debe contemplar estos ‘gusticos’ que se quiera dar la persona en el mes: un paseo, un regalo, una actividad o experiencia particular.
Aquí sí no hay regla única, porque cada quien es libre de definir cuánto quiere y puede invertir con este propósito. Pero, se sugiere, tener en cuenta que hay ciertas metas a futuro que no se deben olvidar.
En este sentido, algunos expertos indican que, pese a que la inversión y el ahorro son fundamentales para las finanzas, también es esencial gastar en aquello que hace feliz, siempre que sea de manera responsable. Desde Fintualist señalan que existen ciertos gastos que pueden ser beneficiosos para la calidad de vida, por lo que no deberían eliminarse con tal de tener mayores probabilidades de ahorro, entre esos se enlistan los almuerzos con los amigos o un nuevo libro.
Ahora bien, estos no deben ser una constante que terminen descuadrando todo el presupuesto. Igualmente, existen algunos criterios que pueden ser de ayuda al momento de hacer una compra guiada por las emociones.
Como precisa el portal Saber más Ser más, de Asobancaria, hay una serie de preguntas que debe hacerse una persona antes de gastar un dinero que podría ahorrar, estas son:
- ¿Es una inversión o un gusto? O, en otras palabras, ¿representará un ingreso adicional en el futuro?
- ¿Se cuenta con los recursos para pagarlo?
- ¿Cuál es la funcionalidad de lo que se piensa comprar? ¿Es necesario?
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Finalmente, un artículo publicado en Computer Hoy resalta que hay ciertos gastos que no deben generar culpa en las personas, especialmente si son para un bien significativo. Por ejemplo, si se persigue una meta y se tiene la oportunidad de trabajar en ella, pues será importante destinar los recursos necesarios.
Tampoco debe generar molestar el invertir en felicidad o tiempo, pues como detalla el texto, estos son bienes invaluables y escasos en el mundo, por lo que debe permitirse ese ‘lujo’ de vez en cuando.