En un mundo donde el hábito de ahorrar se vuelve cada vez más importante, los expertos en educación financiera resaltan la necesidad de inculcar estos valores desde la infancia. Sin embargo, enseñar a los niños a ahorrar no se limita simplemente a guardar monedas y billetes en una alcancía.
En vista de las vacaciones de mitad de año, el Doctor Financiero de Mibanco, empresa del Grupo Credicorp, presenta cinco consejos para enseñar a los más pequeños a ahorrar más allá de una simple alcancía.
El primer consejo es enseñarles la importancia de tener metas financieras. Explicarles qué son las metas y cómo estas pueden ayudarles a alcanzar sus deseos a corto, mediano o largo plazo, va más allá de simplemente guardar dinero en un lugar determinado. Es crucial hacerles sentir que cada meta es alcanzable, por lo que proponerles ahorrar para algo que desean en el presente y luego lograrlo, les enseñará el valor del esfuerzo y la recompensa.
El segundo consejo se centra en la importancia de la paciencia y la constancia. Para inculcar estos valores, se puede enseñar a los niños a ahorrar una cantidad fija de dinero regularmente y mostrarles cómo esos ahorros se van sumando con el tiempo. Es importante reconocer y celebrar los logros financieros de los niños a medida que avanzan en su objetivo, lo cual no solo los incentivará a seguir ahorrando, sino que también les dará la satisfacción de ver el fruto de su esfuerzo.
El tercer consejo destaca la diferencia entre gustos y necesidades. En un contexto donde la publicidad y los mensajes comerciales apuntan a generar deseos constantes, es fundamental enseñarles a distinguir entre lo que realmente necesitan y lo que simplemente desean.
Mediante dinámicas y actividades que les permitan elegir entre necesidades y gustos, podrán comprender la importancia de priorizar y tomar decisiones conscientes sobre sus gastos. Además, esta práctica también ayuda a los adultos a reflexionar sobre sus propios hábitos de consumo.
El cuarto consejo propone asignaciones semanales como una tarea práctica. Establecer una asignación para los niños les brinda la oportunidad de aprender a administrar su dinero y tomar decisiones sobre cómo ahorrarlo o gastarlo. Es esencial que este proceso de aprendizaje esté respaldado por una práctica recurrente que les permita experimentar y aprender de sus propias decisiones financieras.
El quinto y último consejo subraya la importancia de ser un ejemplo y una guía para los niños. Los adultos deben ser modelos a seguir en términos de finanzas personales. Establecer metas financieras, trabajar para alcanzarlas, mostrar cómo establecer un presupuesto y mantenerse comprometidos con sus propias finanzas son acciones que los niños pueden observar y aprender. Al ser un ejemplo para ellos, los adultos les proporcionan herramientas prácticas para construir un futuro financiero próspero y responsable.
Adquirir un buen hábito de ahorro es de suma importancia en la vida personal por varias razones. En primer lugar, el ahorro nos proporciona seguridad financiera. Contar con un fondo de emergencia nos permite hacer frente a imprevistos y situaciones difíciles sin tener que recurrir a préstamos o endeudarnos.
Además, el ahorro brinda la tranquilidad de tener recursos disponibles para cumplir los objetivos que se tengan a largo plazo, como comprar una casa, financiar la educación de nuestros hijos o disfrutar de un retiro cómodo.
En segundo lugar, el ahorro permite aprovechar oportunidades. Cuando se tiene una reserva de dinero, se está preparado para aprovechar oportunidades de inversión o adquirir bienes y servicios en momentos ventajosos. Además, el ahorro da la libertad de tomar decisiones basadas en nuestras necesidades y deseos, en lugar de estar limitados por la falta de recursos económicos.
Por último, el ahorro nos ayuda a construir un futuro sólido. Al tener disciplina para ahorrar regularmente, estamos construyendo una base financiera sólida que nos permitirá alcanzar nuestros sueños y metas a largo plazo.
El ahorro brinda la posibilidad de generar riqueza y asegurar nuestra estabilidad económica a lo largo del tiempo, proporcionando un mayor bienestar y una mayor calidad de vida. En resumen, adquirir un buen hábito de ahorro es esencial para garantizar nuestra seguridad financiera, aprovechar oportunidades y construir un futuro próspero.