The Economist hizo una lista de libros recomendados para aquellas personas interesadas en inversiones. El error principal de ellos, en especial los novatos, es que suponen que el éxito es instantáneo, lo cual conlleva a pensar que los logros reflejarán alto rendimiento. Sin embargo, este escenario, aunque no es imposible, tampoco es el más probable ni el mejor recomendado.
Bajo esa visión, el medio señala que la prosperidad a largo plazo es más favorable para los inversionistas, debido a que podrán permitirse ahorrar sin correr el riesgo de decrecer económicamente. Para entrar a profundidad en esa visión, estos son las obras sugeridas:
The Intelligent investor, por Benjamin Graham
Este texto es fundamental para los inversores, además de haber sido escrito por el mentor de uno de los inversionistas más exitosos de la era moderna, Warren Buffet. Con respecto al autor, el artículo señala que él era el arquetipo de ‘inversor de valor’ y buscador de gangas en el mercado.
El título cuenta la manera por la cual él perfeccionó sus habilidades mercantiles luego de una caída de Wall Street en 1929, periodo caracterizado por el desplome en las variaciones de acciones. Sin embargo, ese suceso no hizo que modificara su metodología para los negocios. Según su visión, todo depende del precio que se paguen por las acciones, lo que implica ser críticos al momento de tomar la decisión de invertir.
“Las perspectivas obvias de crecimiento físico en un negocio no se traducen en perspectivas obvias para los inversores”, mientras que “un precio lo suficientemente bajo puede convertir un valor de calidad mediocre en una buena oportunidad de inversión”, describe The Economist.
The Clash of the Cultures, por John Bogle
Al igual que el autor anterior, Bogle centró su libro en la diferencia entre inversión y especulación. En vez de comprar acciones individuales, el escritor considera que los inversores deben tener exposición del mercado de valores a nivel general. Por lo tanto, esta actividad la sitúa en la importancia de modelos que ayuden a comprender ampliamente la condición real del mercado.
“Los inversores deben comprender no solo la magia de capitalizar los rendimientos a largo plazo, sino la tiranía de los costos compuestos”, señala el texto al indicar que uno de los obstáculos comunes que cometen los inversores es adentrarse en acciones y fondos atractivos, pero sin considerar la venta rentable. Al final, los activos terminan siendo baratos.
Lying for Money, por Dan Davies
Esta obra indica que operar con demasiada frecuencia y pagar tarifas altas son dos acciones negativas que cometen los inversionistas promedio, siendo más propensos al fraude financiero. El libro de Davis describe con lujo de detalles las estafas más frecuentes y el modo de evitarlas.
El fraude es más común en áreas no regulados, por lo que la ‘regla de oro’ es ser desconfiados de los crecimientos extremadamente rápidos. “Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea”, apunta el texto.
Triumph of the Optimists: 101 Years of Global Investment Returns, por Elroy Dimson, Paul Marsh y Mike Stauton
Uno de los aspectos más destacados del año de inversión es la revisión anual de los mercados financieros realizada por tres académicos de la London Business School, más recientemente en asociación con Credit Suisse (un banco que quizá podría haber prestado más atención a los consejos que allí se brindan). El trío ha reunido una gran cantidad de datos de todo el mundo, centrándose en los rendimientos de las acciones, los bonos y las letras del Tesoro.
Resumieron el siglo XX en un libro, publicado en 2002, que ayudó a explicar por qué se había desarrollado “el culto a la equidad”, es decir, que las acciones habían superado constantemente a otras clases de activos. Pero el libro también proporciona un correctivo útil. El gran éxito de Estados Unidos tiende a sesgar las impresiones de los inversores.
Investing Amid Low Expected Returns, por Antti Ilmanen
El último libro de la lista fue escrito por un académico convertido en inversor y, por lo tanto, se inclina más hacia los profesionales de la inversión. No obstante, los pequeños inversores ganarán mucho con la lectura de este tomo, una actualización del excelente trabajo anterior del autor, Retornos esperados. La tesis principal es que los bajos rendimientos de los bonos y las acciones que prevalecían en el momento de la publicación reducirán los probables rendimientos de la inversión.
El contenido está confirmado por un año horrible tanto para los bonos como para las acciones en 2022, el año en que se publicó. Pero el libro también brinda una excelente explicación de muchas estrategias diferentes, desde la inversión de impulso (compra de activos que han subido de precio) hasta el capital privado.