El ahorro es una cultura muy inmersa en los colombianos, a pesar de la complicada situación económica que se vivió durante el 2002 y el principio del 2023, las personas mantuvieron la costumbre de guardar un dinero, en caso de alguna eventualidad, o para invertirlo y capitalizarlo. No obstante, varios estudios apuntan que los métodos para resguardar estos recursos siguen siendo muy tradicionales, teniendo más participación, por ejemplo, una alcancía, que una cuenta de ahorros.
Son varias de las mediciones que se han hecho sobre este tema. El más reciente lo presentó la fundación microfinanzas BBVA, a través del informe de desempeño social, donde se analizó el desarrollo de casi 355,000 emprendedores en condiciones vulnerables, detallando algunos aspectos como sus costumbres de ahorro.
Dicho análisis estima que el 58 % de estas personas tiene un ahorro, denominado como “colchón”, que les alcanza a costear sus responsabilidades por menos de 6 meses. Hay varios emprendedores que están dentro de la categoría de pobreza multidimensional, y al menos el 33% señala que agotó todos sus ahorros.
Según el informe, con corte al 2022, el 90 % de los clientes nuevos atendidos por dicha entidad se encuentran en condiciones de vulnerabilidad económica, y el 40% de los que se acercaron, accedieron por primera vez al sistema bancario y puntualmente a un crédito formal.
Precisamente, el Banco de la República, a principios de año, aseguró que el ahorro de los colombianos evidenció una disminución, por la situación económica adversa, presionada por la inflación, lo que dejó de lado la intención de la compra de algunos bienes y servicios como la vivienda.
“Entre las principales razones que justifican la mayor preferencia por efectivo se mencionan la facilidad y rapidez para pagar; la posibilidad de reutilizarlo de manera inmediata; y la costumbre de usarlo para realizar compras de bajo monto o en la calle”, detalló un informe del emisor.
Esto lleva también a que los colombianos tengan un método predilecto para el manejo del dinero, el efectivo sigue siendo el principal protagonista para los pagos, además para el ahorro. A pesar de las múltiples campañas de inclusión financiera, y la gran variedad de productos bancarios donde se pueden guardar los recursos, con la promesa de mayor seguridad, respaldado por una compañía, muchos colombianos siguen prefiriendo tener el dinero a la mano, así sea para guardarlo.
Según un informe de la Banca de las Oportunidades, el 53,4 % de los colombianos tiene el hábito del ahorro, donde la alcancía, el colchón, o cualquier método que guarde el dinero dentro de las viviendas, el principal mecanismo de estas personas.
“Cerca de la mitad de los encuestados no ahorra o invierte. En especial, las tasas más bajas de ahorro se dieron entre las mujeres, las regiones del Caribe y el Llano, los municipios más rurales y los mayores de 65 años. Entre la población que ahorra, la mayoría lo hace guardando en casa, dejando en un segundo plano hacerlo mediante entidades financieras o monederos digitales. Cabe destacar que el destino de este ahorro es, principalmente, la atención de emergencias o imprevistos, lo que sugiere que el ahorro de los colombianos ha comenzado a operar como mecanismo de mitigación de riegos”, detalla la encuesta Demanda de Inclusión Financiera 2022.
La intención que tiene el gobierno y el sector bancario es aumentar la presencia de la educación financiera, que impactará en el acceso a la banca formal, además que las personas tendrán su dinero mejor respaldado. Asobancaria asegura que alternativas como el pago de los subsidios, como el de Renta Ciudadana, priorizando a familias bancarizadas, es una estrategia para que cada vez más colombianos hagan uso del sistema financiero.