El ahorro consiste en acumular dinero que luego puede ser utilizado en la adquisición de un bien o servicio. De acuerdo con el portal web del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), ahorrar es una palabra que se escucha en cualquier escenario y por ello es importante ponerla en práctica.
Si bien es cierto que no todas las personas cuentan con una instrucción financiera, el hábito del ahorro se puede fomentar siempre y cuando haya un objetivo. De hecho, desde el año 2014 en Italia se creó el Día Internacional del Ahorro, el cual busca hacer de la acumulación monetaria una estrategia para la economía mundial.
El Banco de la República de Colombia dice que es inevitable no cruzarse en algún momento con la idea de ahorrar. Sin embargo, para ello es necesario contar con la moneda de cambio y garantías laborales remuneradas.
Un ahorro puede sacar de un problema a cualquier persona, por ejemplo, cuando un gasto no estaba contemplado pero se tuvo que invertir en él, según los factores de demanda.
Así las cosas, fomentar el hábito del ahorro es crucial para contribuir y mejorar el estilo de vida de una persona, en términos financieros. Además, no deben ser grandes cantidades, se puede iniciar con un mínimo porcentaje que con el paso del tiempo cambie.
Varias instituciones y organismos centrados en la economía dicen que el ahorro es la condición más importante para poder crecer financieramente. En vista de ello, aquellas personas que buscan agrupar su dinero pueden tener en cuenta consejos.
Aclarar lo que verdaderamente aporta valor a la vida
No todas las metas y sueños son válidos para mejorar el estilo de vida, por lo que es necesario depurar aquellos actos, acompañados de objetivos mentales, que realmente carecen de un valor.
En esa línea, por ejemplo, si la meta es ahorrar para comprar ropa, teniendo muchas prendas en el clóset, el valor de ese dinero es poco. Al contrario, si el ahorro es para comprar una casa, ya que la persona vive en arriendo, el valor es alto y por ende debería cumplirse.
De este modo, encontrar los actos que realmente no aportan un plus diferenciador en la economía individual podría ser el inicio de grandes proyectos, pues se debe tener en cuenta que el dinero es un recurso limitado y las finanzas sanas son aquellas que maximizan los beneficios, según La Opinión.
Ahorrar no es enemigo de gastar
Suele suceder que hay personas que dejan de comprarse hasta un par de zapatos para ahorrar todo el dinero que reciben, pero en realidad esa acción no representa una financiación viable. El FNA dice que las necesidades existen y una alternativa para fomentar el hábito del ahorro es implementar la regla 50/30/20.
Dicha normativa consiste en “dedicar la mitad de los ingresos mensuales para cubrir las necesidades básicas como el arriendo, el mercado, los servicios de luz, gas y agua. El 30 % para los gastos personales y caprichos como viajes, entretenimiento, restaurantes, ropa, tecnología, entre otros. El 20 % para el ahorro personal e inversiones”.
Eliminar los sobrecostos
Existe un dicho que dice que “para tener hay que deber” y puede que sea cierto en algunas variables, pero no siempre es bueno porque repercute en el hábito del ahorro continuo.
La Opinión indica que es necesario trazar cambios que podrían resultar de total alegría para las personas que se han acostumbrado a hacer de las deudas su mano derecha. Para ello, se puede bajar las cuotas por créditos de libre inversión, libranza, vehículo o hipotecario; así se libra dinero mes a mes y se acumula para otros fines.