A menudo se presentan oportunidades en la vida que se deben dejar pasar por falta de dinero, ya sea para invertir o simplemente darse un gusto. La solvencia económica en el hogar o la vida personal es fundamental a la hora de sortear cualquier imprevisto, y para esto no se necesita generalmente ganar mucho dinero, sino saber usar lo que se tiene.
De acuerdo con los expertos, muchas personas viven diario por encima de sus capacidades financieras, razón por la cual aumentan sus deudas y no su capital. Es por esto que concuerdan que una de las mejores formas por las que se puede empezar es reduciendo los gastos y ajustándose a la realidad que exige el salario.
De acuerdo con Asobancaria, tener el control de los gastos en medio de las preocupaciones del día a día o mantener las finanzas del hogar no tiene por qué ser complicado. Ellos entregan unas recomendaciones para que las personas puedan aplicarlas en el hogar, sin tener que privarse de vez en cuando de un “placer culposo” que le ponga sabor a la vida.
La primera recomendación es tener un registro de sus hábitos de gasto, saber en qué acostumbra a usar generalmente el dinero puede abrir el panorama y facilitar la búsqueda de esos gastos innecesarios que podrían tener otra destinación o simplemente ser ahorrados, pensando siempre en el futuro.
“Cuando decimos todo, nos referimos a todo, incluso los 100 pesos que pagó por el chicle diario en la papelería de la esquina. El simple hecho de hacer esto le hará pensar si realmente debería hacer ese gasto: Para lograr lo anterior, use un cuaderno, una hoja de cálculo o una aplicación de presupuesto. Haga esto durante un mínimo de un mes y tendrá la información que necesita para el siguiente paso del proceso”, dice Asobancaria.
Este paso no es fácil, requiere constancia y disciplina, ser muy detallado con la relación de gastos y no dejar por fuera cualquier detalle, por pequeño que parezca. Esto ayudará a que se pueda construir un hábito, una de las tareas más difíciles a la hora de cambiar el rumbo de la vida financiera en los hogares.
La segunda recomendación es revisar las suscripciones que se tengan, ya sean a revistas, servicios de streaming, diarios o pagos extras en el celular, los cuales en ocasiones pasan meses sin ser utilizados, generando de esta forma un gasto innecesario en el hogar o vida personal. Puede que al ser revisado, este parezca un gasto irrelevante, pero si se suma con otros, se convierte en un dinero importante.
Otra sugerencia a la hora de reducir los gastos en el hogar es ponerse al día con las deudas, ya que de esta manera se logra liberar recursos en el hogar que pueden ser utilizados para otros fines. En ocasiones, es imposible tener que recurrir a un préstamo para salir de una emergencia, sin embargo, al reducir los gastos, en un futuro, se podrá echar mano de los ahorros y no de plata que no se tiene.
“Una primera acción para realizar es buscar la forma de refinanciar las deudas, Si no puede refinanciar, haga una lista de todas las deudas que debe y clasifíquelas de mayor a menor tasa de interés. Luego puede pagar primero la deuda con el interés más alto, luego la siguiente y así sucesivamente; establezca una fecha objetivo para salir de la deuda y haga lo que sea necesario para lograrlo”, explica Asobancaria.
Así mismo, lo recomendable es usar solo dinero en efectivo, evitando por un tiempo las tarjetas, más si son de crédito. De esta forma se podrá hacer un seguimiento minucioso al dinero que se usa y tener mayor conciencia de los gastos en el hogar o vida personal.
“Hacer esto lo obliga a dar cuenta de cada peso que usa; estudios indican que las personas suelen controlarse más cuando están usando efectivo que cuando usan tarjetas de crédito. Usar efectivo significa que no puede vivir por encima de sus ingresos”, dice la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia.
El último consejo, pero no por esto el menos importante, es revisar el dinero que se gasta en los servicios públicos. Evitar el consumo innecesario de agua, energía o gas; así como en otros tiempos pasaba con el teléfono fijo, ayuda a gastar menos plata y poder aumentar la capacidad de ahorro.
Desconectar los aparatos eléctricos que no se usen, bajar la temperatura del calentador de agua, usar el aire acondicionado por periodos y no de seguido, comprar bombillas ahorradoras, revisar que no las tuberías de la casa no tenga goteras o simplemente apagar las luces cada que sale de una habitación; ayuda sin duda a que las facturas lleguen más económicas.