Adquirir vivienda es una dinámica que en Colombia sigue involucrando a miles de personas, aun en medio de la crisis sanitaria.
Uno de los 55.000 nuevos propietarios que compraron vivienda en el primer trimestre de 2021 es Carlos Linero, un ingeniero civil que adquirió un apartamento estrato 5 en Bogotá. Según cuenta, tomó esta decisión “porque era la oportunidad para invertir unos ahorros y porque la vivienda sigue siendo un seguro financiero para mí y mi familia”.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), en dicho periodo las ventas en este segmento crecieron 14 por ciento y alcanzaron una inversión de los hogares de 11,9 billones de pesos. Frente a esto, el gremio aseguró que la vivienda sigue siendo una prioridad en las familias para construir su patrimonio.
De hecho, la Encuesta de Consumo de Fedesarrollo reveló que la disposición de compra de vivienda de los colombianos mejoró en 5,8 puntos porcentuales entre febrero (-12,9 por ciento) y marzo (-7,1 por ciento).
Tendencias
Óscar Borrero, avaluador y vocero del Autorregulador Nacional de Avaluadores (ANA), asegura que vivir en aislamiento y en espacios pequeños como los apartamentos cambió los hábitos de las personas, que ahora prefieren lugares más amplios y fuera del área urbana.
“Por ejemplo, hay preferencia por las casas en Bogotá, pero como dentro de la ciudad la oferta es muy limitada, las inversiones se están yendo para Chía, La Calera y Cajicá. Lo mismo sucede en otras partes del país como Medellín, donde ahora el destino atractivo para la compra de casa es Rionegro, y en Manizales y Pereira, que están teniendo un crecimiento importante de la oferta de este tipo de inmuebles en las zonas periféricas”, aseguró.
Hasta la fecha, invertir en vivienda es considerado un refugio para las personas. Según Andrés Correa, presidente de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias, Fiabci Colombia, hoy el mercado ofrece buenas condiciones para comprar y vender.
“La finca raíz es el negocio más estable de todos los tiempos porque, al pasar las crisis, recupera con creces su valor. Este es un buen momento para encontrar precios de ocasión, pues quienes no pueden con los créditos porque han perdido sus ingresos tienen opciones como las permutas o muchos otros estilos de negociación que pueden ser convenientes para las dos partes”, aseguró.
Visión de los constructores
Según Roberto Moreno, presidente de Amarilo, la inversión en vivienda en el territorio nacional se encuentra en la actualidad “en un muy buen momento” como consecuencia del incremento en las ventas.
“Durante los últimos tres meses de 2020 se superaron las 60 mil unidades de vivienda vendidas, convirtiéndose en el mejor trimestre en ventas en la historia de Colombia, y en lo corrido de 2021 el balance continúa muy positivo. En febrero incluso las ventas de vivienda nueva crecieron 8,1 por ciento”, aseguró.
Por su parte, Andrés García, gerente comercial de Prodesa, atribuye los resultados favorables del sector a las políticas gubernamentales relacionadas con los subsidios y ayudas, así como al aporte del sector bancario en lo relacionado con las tasas y los beneficios para los créditos hipotecarios.
“Sumado a esto, el pasado 2020 nos ha mostrado la necesidad de contar un espacio propio y la ventaja que tiene ofrecer a la familia, el lugar adecuado en el que puedan desarrollarse las tareas cotidianas y ahora las que se realizaban fuera del hogar (colegios, oficina, gimnasio). Esa necesidad impulsa las cifras del sector inmobiliario, específicamente el de la vivienda”, indicó.
¿Se garantiza la rentabilidad?
Aunque en el largo plazo la finca raíz y, en particular, la vivienda han demostrado su capacidad para recuperar o incrementar su precio, también es cierto que no todo está dicho y así como invertir en estos negocios puede ser una opción muy rentable, también se deben tener precauciones. José Stalin Rojas, director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia, plantea unas condiciones para que estas inversiones den buenos resultados.
“La garantía de recuperar la inversión se configura cuando el inversor planea la inversión para el mediano plazo. Se debe contar con un flujo de caja que cubra los gastos de administración, impuestos, mantenimiento, promoción y lo que se deja de recibir por este tiempo, para asignarlo al precio en el momento de la venta”, aseguró el académico.
En este punto, el ANA recomienda asesorarse y contratar avalúos antes de comprar, pues estos permiten tener certeza sobre el precio real a pagar por los inmuebles.
Steffanía Mosquera, asociada líder del sector cementero para la región Andina de Credicorp Capital, señala la importancia de invertir por la apreciación de los activos en el mediano y largo plazo, la generación de ingresos fijos si son arrendados y la protección a la inflación. “Como en cualquiera otra inversión, hay que hacer un estudio de comparables y así saber en qué segmento comprar”, aseguró.
Pero el buen comportamiento de la vivienda no lo han experimentado otros inmuebles en el último año. Segmentos como los locales comerciales y las oficinas han sido los más golpeados. Según Óscar Gómez, director de la Lonja de Cali, “muchos de los arrendatarios solicitaron, en tiempos de aislamiento riguroso, negociar con los propietarios y las inmobiliarias las condiciones establecidas en el contrato con el fin de disminuir el valor del canon o negociar los destrates”, aseguró.
Ahora, en un escenario en el que las previsiones internas y externas marcan una tendencia positiva para la economía nacional este año, Germán González, presidente de la Sociedad Colombiana de Avaluadores, Seccional Oriente, considera que “esos proyectos de vivienda y comercio que ahora pueden estar en dificultades para vender, van a venderse y también a mejorar su precio en la misma medida y proporción en que la economía vaya recuperándose”.
En medio de la crisis sanitaria, que todavía no tiene fecha de caducidad, la inversión inmobiliaria sigue siendo una alternativa confiable para el bolsillo de los colombianos.