Para nadie es un secreto que ahorrar es una de las prácticas más complicadas de asumir por cualquier persona, especialmente si, en casos como el de Colombia, muchas veces el sueldo alcanza simplemente para cubrir los gastos necesarios del hogar.

Sin embargo, son muchas personas las que poco a poco han venido aprendiendo a guardar una parte de su salario, teniendo en cuenta que no todos los momentos de la vida son “buenos” en términos económicos, y que hay épocas de ‘vacas flacas’ en las que el dinero guardado puede ser de gran ayuda.

No obstante, el solo hecho de crear una cultura del ahorro no es suficiente, pues es necesario tener un porcentaje claro de cuánto se puede o no guardar cada mes, pues de esta forma, sabrá también cuánto se puede o no gastar.

Aun así, es importante tener en cuenta que no existe una fórmula mágica para alcanzar este fin, pues no todas las personas cuentan con los mismos recursos, ni se encuentran en la misma situación socioeconómica. Además, es valioso aclarar que el objetivo de ahorro es diferente en casi todos los casos.

Por esto, de acuerdo con el portal especializado Bloomberg, existen varios puntos a tener en cuenta al momento de ahorrar que, según el caso específico de cada persona, se pueden usar todos o tal vez únicamente unos cuantos a la vez. De esta manera, se puede hacer del ahorro una disciplina más que una obligación.

La cartera hipotecaria del país suma 89,7 billones de pesos, que incluyen los créditos en los bancos y en el Fondo Nacional del Ahorro.

1. Para comenzar, es considerable recordar que lo que toda persona debe hacer cuando se plantea el objetivo de ahorrar es crear un presupuesto. Como se mencionó, cada persona sabe cuánto dinero puede guardar solamente cuando sabe cuánto gasta. Tener en cuenta los gastos fijos mensuales como arriendo, servicios y alimentación le puede dar una idea del monto que puede ahorrar cada mes.

2. Como complemento, hay que tener en cuenta que ahorrar es importante, pero no menos o más que los demás gastos del hogar. Por este, es recomendable destinar un valor aceptable según la economía de cada persona: que no sea tan bajo como para no ver buenos réditos en el futuro, ni tan alto como para empezar a “penar” porque no se puede cubrir el pago de las necesidades básicas del hogar.

3. La motivación es crucial. Si una persona ahorra por el simple hecho de ahorrar, lo más seguro es que en un futuro cercano verá ese dinero como una opción para saciar deseos que simplemente podrían haber esperado. Así, para contrarrestar esa situación, lo mejor es plantearse una pregunta: “¿por qué quiero ahorrar?”. Tal vez la respuesta sea que se quiere viajar, comprar un apartamento o mejorar el que tiene, adquirir un vehículo o incluso tener el dinero suficiente para no endeudarse en la boda. Sea cual sea la motivación, es importante tenerla para hacer del ahorro un sueño y no una obligación.

Monedas metálicas con un birrete negro formando un gráfico financiero sobre fondo blanco. Concepto de ahorro. Composición horizontal con enfoque selectivo y espacio de copia. | Foto: Getty Images

Porcentajes que pueden servir para un ahorro mensual

Aunque el ahorro es un tema personal que depende en gran medida de la economía que se tenga en el momento, de acuerdo con Bloomberg, la mayoría de los expertos aseguran que lo mejor es tratar de cumplir con una sencilla fórmula: 70-30.

En este caso, el 70 % de los ingresos van destinados a cumplir con esos gastos que sí o sí se deben cubrir y el 30 % restante se dividiría en entretenimiento, pago de deudas y ahorro; así, cada ítem vería destinado un 10 % del sueldo total para su óptimo cumplimiento.

Otra regla que puede ayudar es la de 50-20-30, en la que el 50 % del sueldo es para cubrir las necesidades básicas, un 20 % sería el ahorro programado y el 30 % restante para actividades de entretenimiento o gastos personales como ropa, artículos para el hogar, entre otros.