En medio del desafiante panorama financiero que vive Colombia, el consumo de los hogares continúa siendo uno de los principales motores del crecimiento de la economía nacional. Según informó el Dane, el Producto Interno Bruto para el primer trimestre del año 2022 creció 8,5 %, impulsado por la dinámica de gasto de los colombianos.

Entre los recursos que han servido para sostener el consumo de las familias del país se encuentran las remesas, que hoy se han convertido en una fuente de dinero importante, sobre todo para los países de ingreso medio y bajo.

Remesas CAN. (AP Photo/Mark Lennihan, File) | Foto: Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved.

¿Qué son las remesas?

Tan sencillo, como lo explica el Banco de la República, las remesas son aquellos recursos que envían los emigrantes a su país de origen, estos pueden ser transferidos en dinero o especie.

De acuerdo con Western Union, “el país está entre las 10 naciones latinoamericanas que más reciben transferencias internacionales y según las últimas cifras desprendidas del Banco Central, el tercer trimestre de 2021 vivió un récord en este rubro, llegando a los US$ 1,144 millones, 20 % más que el mismo periodo de 2020″.

El año pasado, el país registró un ingreso récord en materia de remesas con recursos por cerca de 8.600 millones de dólares, en su mayoría provenientes de tres países: Estados Unidos, España y Chile.

Para el primer trimestre de este año, la cifra superó los 2.000 millones de dólares, un poco por encima de la registrada en el mismo periodo de 2021 que fue de 1.900 millones.

¿Cómo aprovecharlas mejor?

Como es bien sabido en el mundo de las finanzas personales, cada ingreso debe administrase correctamente para disfrutar no solo de los recursos que entran al hogar, sino también para disponer de una ‘ayuda’ en caso de emergencias. Es por ello que resulta fundamental optimizar el uso de las remesas adecuadamente para sacarles mayor provecho.

En ese sentido, Mauricio García, vicepresidente regional para América Latina de Western Union, compartió algunos consejos para garantizar un mejor manejo del dinero que reciben los hogares colombianos desde el extranjero.

1. Ahorrar un porcentaje de las remesas

La recomendación principal de García es ahorrar, una idea que comparten varios expertos en finanzas personales. Pese a que, generalmente, las remesas son utilizadas para cubrir algunos gastos de alimentación, salud, servicios públicos y otros gastos básicos del hogar, es importante que se destine un porcentaje de ese dinero recibido al ahorro.

Más adelante, estos recursos pueden ser requeridos para costear alguna necesidad que se presente, invertirlo en un proyecto o en un objetivo específico, como estudiar. “Resulta vital saber que el ahorro, es la mejor manera de llevar unas finanzas personales saludables”, precisa.

2. Organizar un presupuesto

El presupuesto es la herramienta financiera indispensable de las empresas y, por supuesto, de los hogares. En este se establecen los ingresos, los gastos y demás movimientos que deban hacerse con los recursos que recibe la familia.

García explica que “esto se diseña previo a que llegue el dinero a la cuenta y se programa para que cada centavo que salga vaya al lugar destinado con anterioridad. Aquí se definen ingresos fijos y variables, considerando que el ahorro debe estar en tu lista como parte del presupuesto final”.

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De esta manera se podrá organizar mejor el dinero proveniente de las remesas y destinarlo adecuadamente entre los distintos rubros, luego de ahorrar una parte. Vale recordar que el presupuesto puede ser diario, semanal o mensual.

3. ¿Qué es lo más urgente?

Luego de organizar el presupuesto del hogar, se podrá identificar qué gastos son los más urgentes para suplir y cuáles pueden esperar. “Podrás hacer un análisis de aquellos gastos que no suponen una necesidad básica a suplir y que pueden ser reducidos o eliminados de su planificación mensual”, señala García.

Además, el experto aconseja que, luego de revisar este presupuesto, el dinero de las remesas se reparta entre aquellas categorías que son más importantes, como estudio, alimentación y vivienda.

4. Invertir

“Aunque parece utópico para algunas familias, la realidad es que con una buena programación se puede ahorrar lo suficiente para invertir”, recalca García. En ocasiones las obligaciones financieras se llevan la mayor parte de los recursos; sin embargo, parte de ese dinero que se destina para el ahorro puede ser invertido en corto o mediano plazo para multiplicarlo y que no se quede quieto en un cuenta bancaria.

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