En Colombia hay personas que aún acceden a crédito informal o a un “gota a gota”, pues creen de manera equivocada que tienen más beneficios o que se puede obtener el dinero inmediatamente y sin ningún requisito.
Sin embargo, aunque esta modalidad se vea fácil, existen muchos riesgos que implican acudir a este tipo de prestamistas en el país.
Hay que tener en cuenta que el crédito informal o gota a gota es una persona o entidad que otorga préstamos y se camufla utilizando una modalidad similar a la de crédito formal para el préstamo de dinero. Por ejemplo, estableciendo plazos de pago, montos máximos de solicitud, aparentes requisitos para el trámite e incluso algunas solicitudes adicionales disfrazadas de garantías para estructurar el proceso.
Mejor los formales
Es que las personas no deben autoexcluirse del crédito formal por razones socioeconómicas, pues según un estudio de DataCrédito Experian,15 de cada 20 créditos son otorgados a estratos 1, 2 y 3 en el país.
Además, la modalidad de crédito informal mantiene a la persona limitada al mismo tipo de crédito, impidiendo su crecimiento económico.
Camilo Garay, vicepresidente de consultoría de DataCrédito Experian, explicó que es mejor recurrir a instituciones facilitadoras de crédito formales, pues hay que “evitar ser víctima de esta modalidad y una de las formas de identificar si está tratando con un prestador informal es verificando en los canales oficiales y autorizados por la Superintendencia Financiera”.
Extrajudiciales
Según el experto, los cobros de estos préstamos informales o gota a gota suelen ser por vías extrajudiciales y sobrepasan la tasa de usura establecida por la Superintendencia Financiera, es decir, lo máximo que podría llegar a cobrar una entidad financiera por sus préstamos bancarios.
De acuerdo con Garay, en Colombia, a una persona que pida prestado un monto de dinero en esta modalidad informal para libre inversión podría cobrarle el prestamista un 55 % de interés anual; en algunos casos, el 60 % o más.
De igual forma, acudir a los préstamos informales no es la mejor opción para nadie. Esto expone a las personas a un sinfín de riesgos, uno de los principales, además de la tasa de interés exagerada e ilegal, está ser víctima de algún fraude, al depositar un pago en garantía y no recibir ningún crédito. Así mismo, es posible ser víctima de algún otro tipo de abuso y evita que las personas puedan ahorrar o invertir.
Así mismo, “otro punto importante a destacar es que los créditos informales no son tenidos en cuenta en tu historia de crédito. La historia de crédito recopila nuestros antecedentes de pago y compromisos por la adquisición de productos o servicios a plazos con entidades como bancos, aseguradoras, empresas de telefonía móvil, entidades comerciales, cooperativas, entre otras”.
Aseveró Garay que, además, genera una garantía reputacional a los titulares de la información que permite más adelante acceder a mejores oportunidades con relación al crédito.
Precisamente, David Nieto Martínez, director del programa de Finanzas de la Universidad El Bosque, declaró que hay que analizar la situación económica. Uno de los principales aspectos que se debe tener en cuenta y que se debe realizar de manera realista es organizar en un listado todos los pendientes económicos que se tengan, con el fin de evitar sobreendeudamientos que más adelante no se podrán cubrir.
Hay que determinar la cantidad de deudas que se tienen y crear un presupuesto. Pueden ser de corto, mediano y largo plazo, con el fin de crear un presupuesto en el que se les dé prioridad a necesidades como alimentación, vivienda, servicios, entre otros, para no incurrir en gastos o deudas innecesarias.