El dólar en Colombia se está trepando nuevamente y poco a poco se va acercando al umbral de los 4.000 pesos, luego de que aspectos como la llegada de vacunas contra la covid-19 y el mejor desempeño económico le dieran un respiro en el primer semestre de 2021.
Este martes, el cambio del peso con la divisa norteamericana repuntó $25 y rozó los $3.800, una cifra a la que no llegaba desde mayo de este año.
Sin dudas, uno de los grandes temas que tiene el mercado mundial en el radar es la discusión acerca de las criptomonedas que dará la Reserva Federal en las próximas horas. Pero también las declaraciones dadas por el presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Congreso de Estados Unidos.
Entre otras, el directivo señaló que la actividad económica de ese país, así como las cifras de empleo, se siguen fortaleciendo. Con esto, desde la Reserva Federal esperan que este año el PIB registre una de las cifras más altas en décadas.
“En la Fed haremos todo lo que podamos para apoyar a la economía durante el tiempo que sea necesario para completar la recuperación”, dijo el presidente de la Fed. Estas declaraciones, que se conocieron antes de que Powell hablara ante el Congreso, incidieron en el movimiento del dólar a nivel mundial y Colombia no estuvo exenta de esta fluctuación.
A pesar de lo anterior, diversos actores del mercado auguran que la subida es temporal y el dólar volverá a reducir su cotización frente al peso en lo que resta del año.
Por ejemplo, analistas de Credicorp Capital señalan que el peso colombiano “siguió mostrando una alta volatilidad, como es habitual, y su comportamiento reciente sugiere que la pérdida del grado de inversión ya estaba descontada”.
Y agregaron que mantienen su proyección de $3.500 para final de año, “pero en medio de una alta volatilidad, lo que implica que el balance de riesgos está inclinado al alza”.
Por su parte, analistas del Grupo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana auguran que la tasa de cambio se irá estabilizando a medida que avance el año. Son enfáticos en decir que la revaluación reciente es pasajera.
“En nuestro escenario base, donde perdemos el grado de inversión, pero se dan las condiciones para aprobar en el segundo semestre una reforma fiscal que permita hacer un ajuste de al menos un 1 % del PIB, anticipamos un tipo de cambio que podría volver a mediados de año muy cerca de los $3.750 por dólar”, señalaron.
Y anotar que en el segundo semestre prevén una corrección hasta los $3.627, lo que es consistente con una revaluación anual promedio de 1,1 % para 2021.
Golpe al bolsillo
Ahora bien, ¿cómo le puede afectar esto a su bolsillo? Hay al menos cinco puntos que le pueden pasar factura. Le contamos algunos de los principales.
El primero tiene que ver con la canasta familiar, que incluye algunos alimentos que son realizados con materias primas del extranjero. Es el caso de bienes como el pan, que está hecho de harina de trigo importada, podría tener un aumento en los precios. Los huevos y el pollo también tendrían un alza, debido a que el concentrado que se hace de maíz y soya es importado.
También están productos como el arroz y la papa. Según la SAC, utilizan fertilizantes y elementos para control de malezas que son importados y que en promedio en sus costos de producción puede llegar a pesar entre el 33 % y el 47 %.
En la misma mesa podrían encarecerse algunos licores y bebidas alcohólicas provenientes del extranjero y que tienen un impacto directo en su precio cuando el dólar aumenta.
Los hogares también podrían sufrir por el aumento de tarifas a la hora de comprar carros o motos, que en su mayoría llegan prefabricadas a los puertos del país. En este punto los tocaría, además, el paro nacional que ha impactado al comercio nacional.
Las personas que tienen deudas con tarjetas de crédito en dólares también pueden sentir la disparada del dólar. Algunas franquicias permiten que las personas difieran sus cuotas a pagar en la moneda extranjera, pero los cobros los realizan con base en la tasa de cambio del día del pago, mas de no cuando se compró el artículo o servicio.
Finalmente, están aquellos que tengan programados viajes al extranjero. Si bien se espera que la tasa de cambio se corrija en lo que resta de 2021, para las vacaciones de mitad de año los viajeros tendrían que hacer cuentas con una ‘moneda verde’ un poco más costosa.