En una de las mejores alternativas para diversificar un portafolio, crear patrimonio o incluso protegerse en tiempos de crisis, son las inversiones en finca raíz.
Sin embargo, a pesar de sus amplios beneficios, apenas un 21,28 % de los compradores (personas naturales) adquiere un inmueble residencial con el objetivo de invertir, mientras que 78,72 % lo hace con el propósito de habitar en él, de acuerdo dato de la Haus.
En tal sentido, entender el panorama del sector inmobiliario de inversión es clave, para poder prepararse para los retos que trae consigo el 2023.
Felipe Becerra, Director de Innovación e Inteligencia de Mercados de Colliers International, explicó que se ha presentado una incertidumbre por el mercado de capitales y a eventos de talla global que afectan la economía mundial como la pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación en Estados Unidos, los cuales han sido relevantes al momento de invertir en el sector inmobiliario
El experto aseveró que “la inflación generó que los bancos centrales incrementaran sus tasas de interés, creando de esta manera presiones en las monedas, afectando así el consumo, lo que se puede traducir a futuro en los retos para el segmento retail”.
Falta de liquidez
De igual forma, ante la subida de las tasas de interés, se ha generado una falta de liquidez en el mercado inmobiliario, pues los diferentes actores se enfrentan a figuras de apalancamiento costosas, impidiendo la expansión de sus portafolios de inversión.
Así mismo, según Becerra, los inversionistas o fondos de inversión que adquirieron activos de manera apalancada se han visto afectados por dicho incremento, como consecuencia de esta situación, los inversionistas están buscando liquidez con la venta de alguna de sus propiedades.
De acuerdo con el experto, actualmente se ha incrementado la oferta de inmuebles estabilizados de excelentes características, lo cual representa oportunidades interesantes para quienes quieran incursionar en este mercado.
Estos nuevos activos dispuestos en el mercado son llamativos para aquellos inversionistas que tienen una estructura de capital con menor deuda, pues hace unos 5 a 10 años atrás, encontrar este tipo de activos estabilizados en el sector eran poco probables.
Los inversionistas que se encuentran interesados en el mercado inmobiliario corporativo deben tener en cuenta que este tipo de inversiones son de largo plazo, pues son activos de baja liquidez con rentabilidad estable sobre el tiempo.
Algunos segmentos
En el segmento industrial, el panorama es bastante positivo, cerca de un millón de m2 han sido ocupados, lo que indica que hay una dinámica que responde principalmente al e-commerce durante 021 y a un aumento de espacio para operadores logísticos.
Por lo cual, es evidente que hay un cambio favorable para la balanza comercial, y se ve una oportunidad de inversión para empresas extranjeras.
Esto aplica sobre todo en regiones como Barranquilla o Cali, que son ciudades estratégicas para empresas importadoras y exportadoras, haciendo énfasis que las estrategias de Nearshoring (práctica en la que una empresa traslada sus actividades comerciales, de manufactura a un país cercano o cerca del mercado de destino o del consumidor final) han permitido una mayor demanda por espacios en zonas francas y en corredores logísticos.
Ante los altos niveles de costo de deuda y construcción los BTS (construcciones a la medida) se han frenado y esto ha generado una demanda represada.
Para el mediano plazo se puede esperar la configuración de nuevos proyectos industriales y logísticos, dado que este segmento se encuentra en etapa de consolidación, lo cual representa una oportunidad para aquellos inversionistas que cuentan con capital y liquidez para desarrollar.
En el de Retail, la tasa de disponibilidad toma una tendencia a la baja y se consolida al cierre del año en 5,7 % a nivel nacional.
Explica Becerra que, teniendo en cuenta el panorama político y macroeconómico global, donde existen presiones inflacionarias, hay posibilidades de que exista un deterioro en el consumo de los hogares, por lo que las ventas pueden caer repercutiendo negativamente en la ocupación de espacios comerciales.
Sin embargo, Los operadores y administradores de centros comerciales han tomado decisiones estratégicas frente a una eventual caída del consumo, dentro de dichas decisiones se puede observar que los últimos tres años el mix de inquilinos se ha reconfigurado para diversificar el tráfico de usuarios.
Dentro de la oferta de activos de inversión se encuentran inmuebles de este segmento en ubicaciones consolidadas con rentabilidades atractivas, las que adicionalmente ofrecen un ingreso variable en función de las ventas generadas de sus inquilinos, entre otros.