Ingresar al mundo de las motocicletas no es una decisión que debe tomarse a la ligera. Adquirir un vehículo de esta categoría incluye un amplio listado de responsabilidades que van desde el ámbito operacional hasta aspectos de seguridad.
Son varias las motivaciones por las que una persona puede contemplar la idea de comprar una moto. Una de las más frecuentes tiene que ver con el deseo de adquirir un vehículo propio que resuelva sus necesidades de transporte. Además, la motocicleta ofrece ciertas ventajas en ciudades como Bogotá: no tiene pico y placa, no paga peajes y, en teoría, resulta más económica si se compara con un carro.
Sin embargo, como se dice popularmente, “para gustos, los colores”. El mercado de motocicletas ofrece una amplia variedad de posibilidades, desde las más sencillas y económicas, hasta modelos de alta gama cuyo valor monetario supera al de un carro convencional.
En ese orden de ideas, realizar un ejercicio detallado de cotización permitirá que el futuro motociclista esté preparado para todos los gastos que este vehículo demanda.
Comprar una motocicleta representa mucho más que solo realizar la inversión inicial, es decir, el precio que aparece en la tienda. Una vez adquirido este vehículo de dos ruedas, también llega una responsabilidad tanto económica como social.
Los modelos de bajo cilindraje, entre 100 y 200 c.c., son los más económicos y, por tanto, los más populares en el mercado. El rango de precios, cuando son nuevas, va desde los $ 5.500.000 hasta los $ 10.000.000 o un poco más, según las prestaciones y la referencia de la motocicleta.
Dependiendo del modelo y la cilindrada, el precio de una moto nueva puede estar también entre los $ 10.000.000 e, incluso, llegar a los 100 millones de pesos. Por supuesto, a más tecnología y desarrollo del vehículo, mayor será su cuidado futuro en términos económicos.
Pero esta es apenas la primera inversión. Los interesados deben tener claro que la motocicleta y su conducción demandan otros gastos que incluyen seguridad y operatividad.
- Matrícula: este primer gasto viene ligado a la compra de una motocicleta nueva. Para 2023, el precio quedó fijado en $ 176.993.
- Curso de manejo + licencia: para quienes se suman al mundo de las motos por primera vez, es de vital importancia realizar el curso de conducción en una academia acreditada. Estos programas incluyen el trámite de la licencia y su precio oscila entre los $ 800.000 y los $ 950.000 (sin incluir el examen médico).
- Casco certificado (ECE 2205, DOT o NTC 4533): entre $ 160.000 hasta más de un millón de pesos, según la referencia.
- Rodilleras, guantes, chaqueta: aunque hay quienes le restan importancia al equipo de seguridad por ahorrarse unos pesos, esta inversión es prácticamente tan importante como la moto, pues pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte a la hora de una caída. Un kit básico puede estar entre los $ 500.000 y el millón de pesos.
- Soat: para motos de entre 100 y 200 c.c., el precio para 2023 quedó en $ 278.200. Las motos de más de 200 c.c. deben pagar por el Soat una suma de $ 701.300. Renovación anual y obligatoria.
- Técnico-mecánica: $ 155.492 para motocicletas (precio 2023). Renovación anual y obligatoria.
- Impuesto: según el avalúo de la moto (1,5 % sobre la base gravable). Renovación anual y obligatoria.
- Combustible: actualmente, el precio de la gasolina está en $ 12.964, sin embargo, según la disposición gubernamental, seguirá subiendo durante los próximos meses. En términos prácticos, la autonomía de una moto varía en función de múltiples factores, como la cilindrada o el estilo de manejo. Aun así, las motos entre 100 c.c. y 200 c.c. suelen ser las más económicas en ese aspecto y superan los 100 kilómetros por galón.
- Mantenimientos: su precio también varía de acuerdo con las especificaciones técnicas de cada motocicleta. El básico incluye cambios de aceite, cambios de líquido de frenos, pastillas, filtro de aceite, filtro de aire, inspección y lubricación de guayas, ajuste y lubricación de cadena. Dependiendo del caso, la inversión puede ser mayor si se requiere un arreglo más complejo. Otros gastos más voluminosos vienen con cambios no tan frecuentes, pero importantes, como el de llantas, kit de arrastre (cadena y piñones), bujía, rodamientos, batería, entre otros.