En todo momento de la vida es clave aprender a llevar un mejor manejo de las finanzas personales para evitar gastos innecesarios, generar un ahorro y poco a poco poder salir adelante.
Para lograrlo, es importante un propósito, pues una meta será un punto de partida. Se debe planificar para lograr esas metas y tener claras las acciones que se deben hacer para cumplir ese objetivo.
De igual forma, se debe ser constante y apegarse al plan de ahorro, pues muchas veces la voluntad es débil y se cae a las tentaciones de gastar, por lo cual es importante elaborar un presupuesto mensual.
Es clave la planeación
En ese orden de ideas, el presupuesto mensual ayudará a hacer un seguimiento responsable de los gastos y no excederse.
Mantener un presupuesto es importante porque permitirá identificar ingresos y gastos., priorizar lo que se debe gastar; ayudará a plantearse metas de ahorro o inversión e identificar la capacidad de pago para futuras deudas.
Para elaborar un presupuesto, hay que identificar y calcular los ingresos. En ese sentido, hay ingresos fijos, como el sueldo, gratificación o prima de junio y diciembre, pensión de jubilación, rentas o alquileres; o los ingresos variables, como utilidades del negocio, comisiones, horas extras, entre otros.
También se deben identificar y calcular gastos. Los hay fijos, como alquiler de vivienda o crédito hipotecario, servicios básicos (luz, agua, teléfono, gas, cable, internet), alimentación, aseo personal, educación, salud, transporte, pago de deudas, o un fondo de emergencia.
Y los gastos variables como la ropa y calzado, viajes, diversión y entretenimiento, “gastos hormiga”, pequeños gastos diarios que no son realmente necesarios, pero satisface un antojo del día a día. Suele creerse que no afectan el presupuesto, pero, si se suman a fin de mes, podrían ser un monto importante.
De igual forma, hay que calcular el saldo que se tiene de dinero (excedente o faltante); y si se tiene un excedente, ahorrarlo. En cambio, si se tiene un faltante, identificar los gastos que se pueden reducir, aprovechar los ingresos adicionales para nivelarse y buscar alternativas de endeudamiento.
Qué se aconseja
En este punto, hay que tener en cuenta que el peor enemigo es no controlar los gastos y subestimar los “gastos hormiga”.
En tal sentido, para gastar menos y ayudar al bolsillo se puede llevar el almuerzo al trabajo en vez de comer en la calle; desenchufar los electrodomésticos antes de dormir, evitar los taxis y cuando se vaya de compras al supermercado hacer una lista y cumplirla a cabalidad.
Reducir gastos
También se puede comprar “marcas blancas” o propias de los supermercados, reducir “gastos hormiga”; antes de reemplazar un producto, intentar repararlo; reciclar, utilizar los canales digitales y pagar deudas a tiempo, para evitar sobrecostos.
Además, algunas reglas de oro a la hora de elaborar un presupuesto son las de utilizar una herramienta física o digital que le ayude en las finanzas; hacer un presupuesto detallado y realista, monitorear los gastos de forma permanente y reducir los gastos innecesarios, entre otras recomendaciones.