En Colombia la inflación representa un panorama económicamente difícil para los hogares, no solo por la afectación en las finanzas, sino también por los inconvenientes en su capacidad de pago.
Es que colombianos han tenido dificultades para cubrir sus gastos; sin tener en cuenta situaciones personales como el desempleo y las enfermedades, que en la mayoría de los casos son factores que inciden en que sea más difícil pagar sus obligaciones financieras.
Ante esta situación, el sector financiero ha buscado alternativas para hacerle frente a posibles crisis, por ejemplo, se han modificado los plazos de pago y se ha promovido la educación financiera para que los colombianos no caigan en mora.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación financiera ayuda a que la ciudadanía sea más consciente y responsable sobre sus gastos, deudas y capacidad de ahorro.
En Colombia, las entidades financieras han unido esfuerzos para informar cada vez más a sus usuarios, es más, la agremiación bancaria (Asobancaria) lanzó el programa de educación financiera “Saber Más, Ser Más”, con el propósito de que los colombianos tengan herramientas sobre la inversión y el manejo de sus obligaciones financieras.
Clave el conocimiento
Es que ninguna persona está exenta de estar reportada en una central de riesgo, por lo que el incentivo hacia la generación de conocimiento ha sido una de las medidas que el sector ha abanderado para que muchos colombianos puedan volver a adquirir un crédito de manera informada y con asesoría idónea, sin la necesidad de recurrir a alternativas como el gota a gota o pagadiario.
De igual forma, además de la educación financiera, y para evitar que los colombianos recurran a alternativas fuera del sistema, el trabajo en conjunto de los bancos con el sector público ha sido fundamental.
Muestra de esto es el Programa de Acompañamiento a Deudores que, durante su vigencia, logró que las carteras riesgosas y vencidas de todas las modalidades de crédito continuaran desacelerándose, o la Ley “Borrón y Cuenta Nueva”, que benefició a más de 12 millones de colombianos que tenían reportes negativos en las centrales de riesgo.
Los casos en mora están siendo priorizados por las entidades financieras, fomentando estrategias para que las personas que se encuentran en esta situación permanezcan en el sistema y cuenten con una segunda oportunidad.
En este sentido, es clave que el sector financiero y el sector público continúen trabajando, no solo por aumentar la educación e inclusión financiera, para que las personas tomen las mejores decisiones frente a su capacidad de pago, sino también para facilitar la permanencia en el sistema financiero de cara a una contribución positiva en el progreso y desarrollo del país.
Además, es importante hacer una lista de todas las deudas, especificando el monto y el plazo de pago de cada una. Una estrategia útil es comenzar por las deudas más pequeñas, fijando objetivos alcanzables que permitan mantenerte motivado en el proceso.
Y si se encuentra en mora con el pago de un crédito de libre inversión, se recomienda que comunicarse con la entidad financiera para buscar una solución que permita evitar sobrecostos por intereses extra.