La adquisición de vivienda propia es uno de los principales de proyectos de las familias; sin embargo, frente a un 2023 complicado en materia económica, surge la inquietud si este es el momento adecuado para realizar una inversión de este tipo.
Es que temas como la inflación podrían ser el primer obstáculo para tomar la decisión de invertir en un proyecto, pues es un indicador que tiene en vilo a diferentes sectores por su importante tendencia al alza.
Según Carlos Andrés Rodríguez, gerente de vivienda y subsidio de Compensar, de acuerdo con el último Informe de Política Monetaria del Banco de la República, para diciembre del año pasado los niveles de inflación estaban por el orden del 13,1%, cifra que refleja su impacto en aspectos como la canasta familiar o las tasas de interés que, según el banco emisor, ubican a Colombia, con un 12 %, como el cuarto país de la región con los indicadores más elevados.
Sin embargo, frente a este panorama, y a diferencia de otros países de la región, hay distintas alternativas para que los colombianos cumplan el sueño de comprar vivienda, como los subsidios que entregan las cajas de compensación familiar y el Gobierno, la oportunidad de usar las cesantías para este fin, el acceso a créditos con posibilidad de plazos amplios para que las cuotas se ajusten al nivel de endeudamiento de las personas, entre otras opciones.
Para tener en cuenta
Según Rodríguez, hay variables que hay que tener en cuenta a la hora de invertir en un proyecto de vivienda. Primero, es importante analizar, en términos económicos, lo que significa dicha adquisición, hay que evaluar con qué dinero cuenta una familia para la compra, allí se incluyen ahorros, cesantías y por supuesto la posibilidad que se tiene de acceder a un subsidio”.
Otro factor está relacionado con el entorno y la búsqueda de una mejor calidad de vida y, finalmente, hay que tener presente el valor del inmueble, pues de esto dependerá en gran medida los esfuerzos que se deban hacer, tanto en materia financiera como en el acceso a dotacionales de bienestar.
El experto destaca que si bien se ha incrementado el precio de la vivienda, especialmente nueva, por la variación que ha tenido el costo de los materiales de construcción y procesos de importación de insumos como acero y concreto, producto del incremento del dólar, desde las cajas por ejemplo, se realizan alianzas con diferentes constructoras para la realización de proyectos a la medida, y acorde a las necesidades de las familias, con un desarrollo urbanístico que aporta al bienestar de las personas y al fortalecimiento de la sociedad, sin que el impacto económico para los compradores sea tan significativo.
En términos del mercado, Rodríguez aseveró que se evidencia un aumento en las tasas de interés, por lo que recomienda a las personas interesadas en obtener un crédito hipotecario que lo hagan a plazos más largos, con el fin de tener cuotas mensuales que no sobrepasen la capacidad de endeudamiento, destacando que, a diferencia de otro tipo de créditos como de consumo o el uso de tarjetas de crédito, en el caso de la compra de vivienda lo que se está haciendo es una inversión en un bien que con el paso del tiempo se valorizará.