Si se tiene la intención de ahorrar, tener un plan para hacerlo es fundamental para cumplir cada una de esas metas. Por ejemplo, pagar la educación de los hijos, comprar una vivienda, liquidar deudas, hacer un viaje, darse un gusto o terminar de remodelar el hogar.
De acuerdo con un informe del Banco Caja Social, la capacidad de ahorrar dinero no depende tanto de lo que se gana, sino de administrar los ingresos con inteligencia y trazar un camino para alcanzar las metas.
Por un lado, hay que definir objetivos. Es importante que se establezcan claramente las metas, siendo el primer paso para definir un norte y empezar a ahorrar de acuerdo con las necesidades y el estilo de vida.
Por ejemplo, pagar la totalidad de sus deudas, crear un fondo de emergencias, remodelar vivienda, formar un capital para invertir en fondos de inversión colectiva, tomarse unas vacaciones, expandir la microempresa o emprendimiento, entre otros.
Hay que mirar prioridades
En tal sentido, se debe mirar cuál es el objetivo más relevante y hacer una lista con todas las metas; luego, ordenarlas por prioridad, desde la más a la menos importante. Así se sabrá qué destino darle al dinero, siendo crucial en un plan de ahorro.
Por otra parte, es recomendable abrir un producto como una cuenta de ahorro, para así evitar la tentación de usar ese dinero. Además, ayudará a tenerlo seguro y a registrar el progreso mes a mes.
También se puede hacer una pequeña investigación antes de empezar a ahorrar. Por ejemplo, si se va a reparar un baño, se podrá escoger la oferta más conveniente y calcular el costo aproximado del próximo proyecto.
Así se sabrá cuánto se tiene que ahorrar para hacerlo realidad. También se puede abrir una cuenta de ahorro programado y destinar una cantidad de dinero semanal, quincenal o mensual para una meta concreta.
Se debe estimar un plazo de tiempo, siendo uno de los componentes esenciales de un plan de ahorro. Ponerse plazos servirá de estímulo para concretar las metas y es la diferencia entre tener un simple y contar con un objetivo real que puede alcanzar.
La viabilidad
Además, se debe analizar la viabilidad del plan de ahorro. Una de las principales variables a considerar son los ingresos que se reciben.
En este sentido, si no son estables, debe fijarse una cantidad mínima a ahorrar cada quincena o mes y comprometerse a cumplirla, sin importar que sea pequeña. Lo anterior permitirá concretar los objetivos, aunque se deba ir más lento.
En los meses en que se reciba más dinero o se hagan horas extra, se podrá ahorrar una cantidad de dinero adicional. Si se tiene cuenta nómina, intentar reservar un porcentaje fijo todos los meses para cumplir las metas.
Se puede analizar, por ejemplo, si es posible guardar el 10 % de los ingresos por tres meses para el proyecto que se tiene en mente.
Por tal motivo, crear un plan de ahorro es crucial para organizar las finanzas personales, así se podrá cumplir las metas y estar preparado para afrontar imprevistos.