Comprar vivienda es un proyecto que tienen muchas personas este año. En tal sentido, Vladimir López, gerente Fintech de Home Capital, considera que al estar tan altas las tasas de interés, se recomienda capitalizar los ingresos en inversiones de largo plazo, como en inmuebles y no en consumos innecesarios o pasajeros.
Según el experto, “la vivienda propia nunca dejará de ser un resguardo patrimonial y puedo explicarlo de una manera simple, el precio de la vivienda a largo plazo tiende a elevarse, alza que estará siempre muy por encima de la inflación, garantizando así que su rentabilidad total es la alternativa de inversión más confiable y segura de cualquier persona”.
A lo que agregó que los interesados en un inmueble deben ser responsables y entender que quienes decidan tener su casa propia deben tener capacidad de pago para suplir las tasas de interés y la cuota como tal.
Ahora bien, llegará el momento en que la economía se estabilice y en que las tasas de interés, en el mediano plazo, recuperen su cauce, lo que permitirá hacer un reajuste a las tasas para que la cuota de financiación mensual resulte más cómoda. De esta forma, las personas evitarán retrasar la compra de vivienda propia que, posiblemente, se encarezca más adelante por la reducción en la oferta.
Recomendaciones para el precio
A propósito del tema, Juan Sokoloff, vicepresidente de Data y Analítica de Habi, aseveró que la ubicación, antigüedad, área o número de habitaciones son algunas variables que generan mayor atracción en los interesados en comprar su vivienda propia.
A lo que agregó que actualmente, uno de los principales problemas que enfrentan las familias colombianas al momento de comprar o vender su vivienda es la falta de información sobre el precio, lo que hace que acudan a métodos informales que afectan la transparencia del mercado.
Según el experto, los factores que inciden en las variables en las cuales se basan en las preferencias de las personas, y la ubicación es la variable más relevante a la hora de fijar el precio comercial de una vivienda.
Por ejemplo, las personas valoran una vivienda que se acomode a sus necesidades en cuanto a cercanía con los lugares más transitados en su día a día.
Además, la antigüedad es una de las variables que menos cambia de tendencia a la hora de determinar el valor de una vivienda, ya que el precio aumenta entre más nuevo sea el inmueble.
En cuanto al área de los inmuebles, entre mayor sea, el costo se incrementa. Con relación al número de piso en el que se encuentra el inmueble, las personas tienden a preferir apartamentos en pisos más altos.
Según el experto, “la construcción de precios depende de una interacción entre las características del inmueble, la zona en la que se encuentre y su edificación. Extrapolar el efecto de variables individuales tiende a ser difícil, por lo que la interpretación del precio de una vivienda proviene del conjunto de todas las características que la componen”.
Sokoloff agregó que “que hay una diferencia de aproximadamente el 5 % entre el precio de lista de las propiedades y el precio en el que al final se cierra la transacción. Esta información es valiosa para que las personas puedan entender mejor lo que vale una vivienda y tomar mejores decisiones a la hora de vender o comprar”.