En la actualidad, los gastos cotidianos, el ahorro para cumplir sueños o afrontar contingencias y la inversión para crecer hacen que el manejo del dinero cobre especial importancia, si se quiere asegurar un bienestar financiero a futuro.
En ese orden de ideas, de acuerdo con un informe de Bancolombia, hay algunas recomendaciones para lograr un adecuado balance en las finanzas.
En ese orden de ideas, es importante medirse en el gasto. Hay que establecer un presupuesto para tener cuantificadas todas las necesidades del mes, no solo los consumos recurrentes (como los servicios públicos), sino los que son temporales, como en el caso de los gastos en el mes de la madre en mayo.
Por eso, es clave suspender compras innecesarias o que se hacen por impulso. Y ojo con el gasto hormiga, ese que es de bajo monto pero que se da con mucha frecuencia y que al sumarlo sí tiene un impacto significativo en el consumo mensual (como ese “cafecito” diario).
El ahorro
Por otra parte, hay temas como el ahorro, que es una decisión impostergable. Al controlar el gasto es posible darle mayor espacio al ahorro que, aunque se recomienda que sea el 10% del ingreso como mínimo, lo importante es que sea permanente para crear el hábito y con el objetivo de que haya recursos para atender imprevistos, emergencias, o para cumplir con propósitos de mediano y largo plazo (viajar, cambiar de casa, la educación de los hijos, invertir).
Una opción es automatizar el ahorro, pues los débitos automáticos facilitarán la tarea e impedirán gastar más de lo necesario.
Deudas e inversión
Por otra parte, las deudas no son malas, pero es importante entender que hay que tomar créditos con tasas y plazos que se adapten a la necesidad (por ejemplo, no pagar el mercado de un mes a seis cuotas).
Si se tienen préstamos, especialmente en tarjeta de crédito o deudas con otras personas, lo mejor es pagarlos antes de comenzar a ahorrar o invertir.
Por otra parte, siempre es buen momento para invertir. Aquí lo importante es contar con algo de liquidez disponible para aprovechar las oportunidades cuando llegan, entender en qué se está invirtiendo, a qué plazo se necesitan los recursos y qué tanto riesgo se está dispuesto a asumir.
También es clave asesorarse de expertos y comprender que el desempeño pasado de una inversión no asegura el rendimiento del futuro.
Aunque se vislumbra una economía más moderada este año, cada persona debe apelar a la prudencia y a planear con anticipación para poder asegurar su bienestar financiero en cualquier situación.
Por otra parte, según un estudio de BBVA, es importante prevenir los factores emocionales desencadenantes del gasto. Detectar los causantes psicológicos que impulsan el consumo permite evitar las tentaciones, comprar en momentos en los que se está estresado y evadir entornos que incitan a comprar.
También hay que moderar las compras más pequeñas puede ser de gran alivio porque estas representan uno de los mayores egresos que terminan afectando la capacidad financiera a final de mes.
Por consiguiente, es clave poder llevar a cabo un diagnóstico con el fin de tener presente el destino del dinero para realizar una mejor planificación presupuestaria.