Las entidades financieras, las industrias Fintech y las nuevas alternativas como los bancos digitales vienen liderando diversas estrategias e inversiones destinadas a fortalecer la seguridad de la información y mantener el dinero de los usuarios protegido, especialmente ante el incremento de los delitos informáticos en los últimos meses.
Mientras que en 2018 la inversión en seguridad digital en el país fue de 88.000 millones de pesos, en 2020 superó los 315.000 millones, una tendencia que se ha mantenido en 2021. Sin embargo, miles de ciudadanos siguen siendo víctimas de los delincuentes y muchas veces sus cuentas bancarias son vulneradas.
En ese sentido, es importante que las personas conozcan qué pueden hacer en caso de ser víctimas de un fraude bancario, por ejemplo, a través de técnicas como la suplantación de identidad, vishing, pishing, ingeniería social, aplicaciones falsificadas, uso de falsas tarjetas de crédito, entre otras estrategias de los delincuentes.
A comienzos de este año la Sala Civil de la Corte Suprema se pronunció sobre aquellos casos en los que las entidades financieras tienen la responsabilidad de proteger el dinero de sus clientes. Es decir, que los bancos son responsables en caso de fraudes cuando “un tercero burla los protocolos” de seguridad.
Lo anterior ocurre, por ejemplo, cuando una persona dice ser el titular de una cuenta. En esos casos el banco o la entidad financiera debe verificar de la manera más estricta que, efectivamente, se trate del titular de la cuenta. La Corte Suprema fue clara en explicar que un banco no puede justificarse en decir simplemente que obró diligentemente después del fraude.
“La institución financiera no puede exonerarse del deber de indemnizar con la simple prueba de haber obrado de manera diligente”, se lee en el documento de la Corte.
Según las estadísticas de Asobancaria, gremio de entidades financieras, entre 2019 y 2020 las denuncias por delitos informáticos se alzaron en un 70 % y la tasa promedio anual de crecimiento desde 2010 es del 21,45 %.
En 2020, el incremento en el número de denuncias por delitos informáticos fue exponencial. Mientras en 2010 eran 5.831, en 2019 ya marcaban 23.917 denuncias. No obstante, en el año 2020 la cifra subió a 40.712.
¿Qué hacer si el banco no responde?
Si un usuario ha sido víctima de un fraude por cuenta de que un delincuente logró vulnerar los protocolos de seguridad de su banco, pero esa entidad financiera se niega a responderle por el robo del dinero, entonces deberá presentar una queja ante la Superintendencia Financiera.
La Superintendencia Financiera, organismo público adscrito al Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, deberá tramitar la queja y determinar la responsabilidad del banco, aunque si finalmente el usuario no recibe una respuesta oportuna y no le solucionan el problema, entonces podría acudir a las vías legales y demandar.
Por su parte, cabe resaltar que la Corte Suprema señala que “para apuntalar la confianza de los cuentahabientes, el ordenamiento reclama que el ejercicio de la actividad bancaria atienda rigurosos parámetros de capital, apalancamiento, liquidez, gobierno corporativo, riesgo de crédito y composición patrimonial, por citar algunas variables”.
En ese sentido, se reitera que las entidades bancarias deben “cumplir altos estándares de seguridad en sus canales presenciales (oficinas, corresponsales) y no presenciales (banca móvil, cajeros automáticos, portales virtuales)”.
Entre tanto, el presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, en el marco del Congreso de Prevención del Fraude y Seguridad, resaltó recientemente que las inversiones del sector bancario en seguridad digital aumentaron 64 % en 2020, pues pasaron de $192.000 millones en 2019 a $315.000 millones durante el año pasado.
El presidente del gremio señaló que para continuar con una acelerada digitalización de la economía, “el país requiere la construcción de un entorno digital seguro, confiable y acorde con la dinámica y necesidades de los usuarios”.