Cuando se habla de arriendos hay que tener en cuenta que el incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) tiene un impacto directo para los arrendatarios.
Es que el aumento de dicho índice se traduce en un aumento en los precios de los bienes y servicios, incluyendo el costo de vida en general y, en particular, el costo de los arrendamientos.
Gustavo de la Torre Muñoz, director inmobiliario Latam en MTS Consultoría + Gestión, explicó que en Colombia, la mayoría de los contratos de arrendamiento de vivienda tienen una cláusula que establece que el arrendador puede ajustar el valor del arriendo anualmente con base en el incremento del IPC.
De igual forma, el ajuste se realiza multiplicando el valor del arriendo actual por el porcentaje de aumento del IPC que cerró en 13,12 %.
Por lo tanto, si el IPC aumenta 13,12 %, el valor del arriendo también aumenta y se tiene que pagar más por el mismo inmueble. Con este aumento es posible que algunos arrendatarios no puedan permitirse el incremento del valor del arriendo y deban buscar opciones de vivienda más económicas o negociar el incremento con el propietario de ser posible o el intermediario inmobiliario.
En los corporativos
Sin embargo, explicó Gustavo de la Torre qu, a diferencia de los arriendos de vivienda, en los corporativos los intermediarios inmobiliarios pueden realizar un análisis para la negociación de dichos incrementos, pero siempre deben presentar una posición de neutralidad cuando deben negociar a favor de los arrendatarios con el propietario.
Agregó que “en el sector corporativo, el administrador inmobiliario tiene como propósito la permanencia de los arrendatarios, encontrando un equilibrio entre la posición del propietario y el arrendatario”.
En tal sentido, dijo que “se recomienda entonces escuchar cuál es la posición del propietario y encontrar un punto de negociación al brindar una contraprestación, para poder tomar la decisión de bajar unos puntos porcentuales en este incremento”.
Explicó de la Torre que una de las contraprestaciones que se puede hacer es alargar la temporalidad del contrato de arrendamiento para que el propietario recupere de cierta manera lo que está dejando de ganar.
De otro lado, el arrendatario puede solicitar una reducción mínima de algunos puntos porcentuales para llegar a un acuerdo.
Además, destacó que la regulación del incremento del IPC en los contratos de arrendamiento varía según las leyes y regulaciones locales. En algunos casos, se pueden establecer topes máximos para el ajuste del valor del arriendo o se puede permitir que las partes negocien y acuerden un ajuste diferente.
Por su parte, Juan Eduardo Contreras, Country Manager de Houm, aseveró que “arrendar la propiedad es una de las mejores maneras que tienen los dueños de generar un ingreso fijo a largo plazo, sin ceder propiedades que están sujetas a una valorización y recibiendo ayuda para el pago de las cuotas correspondientes a los créditos hipotecarios, cuyos intereses han aumentado”.
Además, otras de las ventajas más importantes que tiene el arriendo de propiedades sobre su venta, es la relación directa y proporcional que tienen los cánones de arrendamiento y los incrementos en el IPC, por lo que una alza anual en la tasa de inflación representa un aumento igual o mayor en el dinero percibido por el propietario.