Una tarjeta de crédito es una herramienta financiera que permite pagar bienes o servicios mediante un crédito respaldado por un límite de endeudamiento determinado por el usuario.
Sin embargo, para poder acceder a este beneficio, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por los bancos o instituciones financieras a los que se solicita la tarjeta.
Algunos de los requisitos más comunes que las entidades estipulan para conceder una tarjeta de crédito son:
- Ser mayor de edad.
- Tener una cuenta bancaria.
- Contar con experiencia previa utilizando créditos.
- Buen historial crediticio.
- Comprobar un mínimo de ingresos para responder por la deuda.
Si no se cumplen los requisitos establecidos, es probable que no se apruebe la solicitud de crédito para obtener una tarjeta. Esto se debe a que, al ofrecer una tarjeta de crédito con un límite que puede ser considerable, el banco asume un riesgo en cuanto a la posibilidad de que el saldo no se pague o que la deuda aumente a un punto en el que resulte difícil de pagar.
Antes de solicitar una tarjeta de crédito, es importante considerar si se cumplen los requisitos necesarios. Los expertos recomiendan tener un historial crediticio sólido y evitar endeudarse más de lo que se puede pagar. Es aconsejable mantenerse al día con los pagos, intentar cancelar más del pago mínimo y limitar el uso de créditos para evitar aumentar el nivel de deuda, reservándolos solo para situaciones realmente necesarias. Si el historial crediticio mejora, se puede intentar solicitar una tarjeta de crédito nuevamente, aumentando así las posibilidades de que sea aprobada.
¿Cómo utilizar adecuadamente una tarjeta de crédito?
1. Elegir bien la tarjeta
En el mercado hay una amplia variedad de opciones de tarjetas de crédito, por lo tanto, es importante evaluar tus necesidades y tomar una decisión basada en ello antes de aceptar cualquier oferta.
Es recomendable revisar las condiciones de uso, la tasa de interés, el Costo Anual Total (CAT), las recompensas (en caso de que apliquen) y la tarifa de anualidad, en caso de que exista.
2. Pagar siempre más del mínimo
El pago mínimo puede ser tentador, pero es importante tener en cuenta que solo evita el cargo por pago tardío y no exime de intereses. Los intereses se siguen aplicando sobre el saldo pendiente.
Es crucial realizar el pago mínimo, pero lo ideal es siempre pagar la cantidad indicada como “pago para no generar intereses”. De esta manera, se evita acumular deudas y se mantiene el control de las finanzas personales y el bienestar general.
3. No comprometerse con pagos que no podrá cubrir
Aunque este consejo es evidente, muchas personas lo pasan por alto y encuentran fácil adquirir deudas que exceden su capacidad de pago, resultando en dificultades para cubrirlas. Es recomendable evaluar si podrá saldar cualquier compra realizada con la tarjeta de crédito en la fecha indicada, y considerar si realmente es necesaria. Si puede esperar, es mejor no hacerla.
4. Activar la domiciliación bancaria
La mayoría de las tarjetas de crédito y entidades financieras ofrecen el servicio de domiciliación bancaria, que te ayuda a recordar cuándo realizar el pago de la cuenta. Puede configurar esta función para que cubra el pago mínimo en la fecha de vencimiento o para saldar siempre el monto completo y evitar generar intereses. De esta manera, la persona no tendrá que preocuparse por recordar cuándo hacer los pagos, ya que se realizarán automáticamente.
5. Acceso a recompensas
Además de las ventajas que ofrecen las tarjetas de crédito, muchas de ellas proporcionan a los usuarios una variedad de recompensas. Estas recompensas pueden incluir un porcentaje de reembolso, puntos para viajes u otros beneficios.
De esta manera, tienes la oportunidad de acceder a diversas ventajas que resultan muy valiosas, ya que te brindan obsequios simplemente por utilizar tu tarjeta de crédito y mantener tus pagos al día. No tienes que hacer nada más.