El peso argentino atraviesa un momento de inestabilidad muy marcado. La moneda gaucha, frente al dólar estadounidense, tiene un cambio oficial de 347,50 pesos por dólar y para venta amanece este martes, 19 de septiembre, en 365,50.
Entretanto, el dólar blue se compra a 730,00 y se vende a 740,00. En tal sentido, la volatilidad marca las jornadas cambiarias.
Hay varios factores que han contribuido a la depreciación de la moneda argentina. Entre ellos figura la necesidad de pesos. Al igual que los ahorradores recurren al dólar libre para resguardar sus ahorros, también existen muchas actividades y personas que necesitan operar con la moneda nacional.
Por ejemplo, es el caso de muchos comercios y pequeñas y medianas empresas que deben afrontar gastos, como el pago del medio aguinaldo y, para ello, utilizan dólares en efectivo, que se venden a un precio más alto en el mercado informal que a través de la Bolsa o el mercado formal.
Escasez crónica de dólares en Argentina
En Argentina una vivienda, un auto e incluso los electrodomésticos se venden en dólares.
Tras dos episodios de hiperinflación en 1989 y 1990, el país aplicó un mecanismo de “convertibilidad” que fijaba una paridad 1-1 entre el peso y el dólar, apoyado en privatizaciones y una apertura total de la economía.
La inflación anual bajó a un dígito, pero el aumento de importaciones acrecentó la deuda en divisas, arruinó la industria y provocó una grave recesión. La “convertibilidad” terminó trágicamente en 2001 con una masiva protesta social cuya represión dejó unos 40 muertos. Entonces, el país se declaró en default y los gobiernos se sucedieron a comienzos de siglo.
“La economía bimonetaria une a todas las crisis: la escasez de dólares, la corrida cambiaria, las devaluaciones y las inflaciones. Están todas histórica e histéricamente unidas”, definió en 2017 la entonces presidenta peronista Cristina Kirchner.
Gobierno argentino estimará la inflación semanalmente
La inflación en Argentina, que en agosto alcanzó su nivel más alto en 32 años con una suba de 12,4 % en el mes y 124,4 % interanual, comenzará a ser estimada semanalmente por el gobierno, dijo el pasado viernes, 15 de septiembre, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, en un intento de desactivar expectativas inflacionarias.
“Estaremos emitiendo un Informe de Inflación semanal todos los viernes”, publicó Rubinstein en la red X, al anunciar que en la primera semana de septiembre la estimación arrojó un aumento de precios de 2,1 %.
El funcionario replicó un posteo de la Secretaría de Política Económica (SPE) que concluyó que “la inflación semanal fue cediendo”, tras analizar la evolución de precios de las últimas semanas.
Las estimaciones semanales, informó Rubinstein, se realizarán “en forma totalmente independiente” del instituto de estadísticas Indec, que elabora el indicador mensual oficial y de referencia para la actualización de contratos y el ajuste de salarios en Argentina, el cual “seguirá con sus publicaciones habituales”.
Ramiro Castiñera, director de la consultora Econométrica, consideró en declaraciones al portal económico Ámbito Financiero que esta decisión es “intrascendente” porque “no es una medida de política económica”.
El primer informe semanal de la SPE concluyó que si bien el valor de 2,1 % “sigue siendo muy alto, se encuentra ya bastante más en línea con valores previos a la devaluación” de agosto, cuando el gobierno cumplió el pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI) y depreció el peso un 20 % frente al dólar.
La devaluación del peso se aplicó al día siguiente de las primarias presidenciales en las que el candidato ultraliberal Javier Milei, que promete dolarizar la economía y someterla a un ajuste fiscal draconiano, fue el más votado, con 29,8 %.
El ministro de Economía, Sergio Massa, también candidato presidencial oficialista para los comicios del 22 de octubre, atribuyó la aceleración inflacionaria de agosto al pedido de devaluación del FMI, que según aseguró era originalmente del 100 %.
En 2018, el presidente derechista Mauricio Macri negoció un préstamo por 44.000 millones de dólares con el FMI, renegociado por el actual gobierno en 2022.
*Con información de AFP.